Por qué no se le debe poner hielo al vino
El vino con hielo es considerado uno de los grandes pecados para los amantes de esta bebida
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Poner hielo a tu copa de vino es un error
Durante las temporadas de calor que atormentan a todo el mundo es común querer refrescarse con alguna bebida fría y si es necesario, con muchos hielos. Sin embargo, el caso del vino es diferente pues ponerle hielo es tomado como uno de los grandes pecados para los amantes del vino.
El vino en todas sus versiones (tinto, blanco, espumoso) lleva un proceso de elaboración muy específico, por lo que modificar su composición podría ser no tan buena idea.
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¿Por qué no debo echarle hielo al vino?
El vino es una bebida muy delicada a factores externos, entre ellos a la temperatura debido a que su exposición puede alterar sus sabores, por lo que incluso se recomienda beber el vino máximo cinco días después de haberlo abierto.
El tema con ponerle hielo al vino radica en que la bebida se podría “aguar”; es decir, el hielo al estar hecho de agua con el paso del tiempo comenzará a diluirse por la temperatura y esto podría diluir los sabores del vino de manera importante.
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Mejores maneras de enfriar un vino
Algunos expertos dicen que el vino debe tomarse a temperatura ambiente, sin embargo, esto puede ser muy relativo dependiendo del lugar y la época en que planeas tomarte una copa.
Es por eso que para temporadas de calor puedes enfriar tu vino con alguna de estas ideas:
Hielera/Cubitera: Considerada la mejor manera de enfriar un vino, se trata de poner en un recipiente la suficiente cantidad de hielos y agua para posteriormente meter la botella en el recipiente.
No es necesario que la botella se cubra por completo y también puedes agregar un poco de sal sobre los hielos para permitir que se mantengan por mayor tiempo.
Refrigerador: Meter tu botella de vino anticipadamente al refrigerador puede ser una de las mejores ideas si no se te olvida hacerlo con tiempo.
La ventaja del refrigerador es que si necesitas enfriar de manera rápida puedes envolver tu botella en un trapo/toalla y meterlo al congelador por 10 minutos y así salir del apuro.
Hielo: Como ya se dijo anteriormente, el hielo no es la mejor opción pero en casos de emergencia puedes poner dos o tres hielos en un vaso, vaciar el vino, dejarlo unos segundos para posteriormente vaciarlo a tu copa ya sin los hielos.
El truco con el hielo es no dejar que comiencen a derretirse, sino solo hagan la labor de enfriar de manera rápida el vino al tener contacto directo unos segundos.
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