Armando Manzanero canta por primera vez en Cuba

El compositor Armando Manzanero se presentó por primera vez en Cuba, en el malecón de La Habana, donde cientos de isleños cantaron junto a él durante hora y media.

Con “Somos novios” arrancó la presentación del músico yucateco e “Inolvidable” puso el punto final.

Hasta muy cerca de la media noche, volaron sin pausas las canciones con las cuales ha enamorado a varias generaciones. 

“Yo no podía perderme este lujo”, dijo Migdalia Echeverría, 62 años, quien llegó a la cita con su “compositor preferido” tres horas antes de que comenzara el espectáculo.

Miguel Díaz-Canel, presidente de Cuba, también disfrutó de la presentación de uno de los compositores más importantes de América Latina. 

Manzanero, de 82 años, hizo gala de energía, aunque el concierto se vio afectado por reiterados problemas en los sistemas de audio. Aún así, se impuso su profesionalidad y la complicidad con un público. 

Como es tradicional y acompañado por el piano en algunas ocasiones y respaldado por el grupo de músicos que lo sigue habitualmente, continuó su presentación con temas clásicos como “Entre tú y yo”, “Dime”, “A la que vive contigo” y “Lo que sea”. 

En el show estuvo acompañado de Omara Portuondo, la llamada diva del Buena Vista Social Club, quien cantó “Adoro” a dúo con el maestro y Haila María Mompiés, una de las voces más populares de la isla en este momento, interpretó “No existen límites” y “No”, a ritmo de salsa.

El cuarto invitado de la noche, el también cubano Eliades Ochoa, llevó “El ciego” al género de son montuno, y entre cada intervención, Armando Manzanero agradeció a los cubanos su presencia. 

El maestro compartió con su público que un haitiano le robó a una de sus novias y lo inspiró a componer “Mía”.

“¡Qué lindo cantan!”, se le escuchó decir en varias oportunidades al auditorio, transformado en coro gigante, mientras la televisión pública transmitía el concierto en todo el país. 

Manzanero prometió que volvería, “aprendí a cantar gracias a Cuba” y agradeció a todos los que hicieron posible su primera presentación en la isla, entre ellos la diplomacia mexicana en La Habana.