ESPECIAL.- La enfermera que atendió a la señora Eva Mange, abuela de Laura Zapara y Thalía, ha dado la cara. Jessica de Jesús Martinez habló para las cámaras de Telediario y, por primera vez, comparte cuál fue su desempeño laboral.

Explicó que tanto la familia de doña Eva y el asilo estaban enterados de las escaras (úlceras, heridas), pero que los médicos del lugar no le daban el seguimieto requerido.

"Una lesión pequeña en el coxis. Me comentó mi compañera que ella sola se lo estaba curando, entonces nosotros se la seguimos curando", declaró.

Tú como cuidadora, la reportabas a quién, ¿directamente a la señora Zapata, o por medio de la institución? Le cuestionaron.

"Se les reporta por medio de la institución. Pero enfermería no subía, o no subía como debía, como eran las indicaciones. A veces se les olvidaba pasar y tomar signos durante todo el día. Los doctores nunca pasaban, creo que durante todo el aislamiento, hasta el día en que yo me salí, subieron yo creo que, dos veces. Las demás veces que iría la doctora solamente eran por las hojas de la renta de silla de ruedas, porque su silla de la señora Eva, pues ya estaba muy maltratada. Entonces le rentaban una aquí, que después también le quitaron. Entonces la señora Eva no quería hablar, se quedaba callada, a veces pues decía sus palabrotas porque se sentía como hostigada, y no quería hablar", dijo.

Además, Jessica asegura que ha perdido su trabajo y que el asilo no le quiere devolver sus pertencias.

"Solo no me quieren entregar mis pertenencias, que la verdad, haciendo yo unas cuentas de todo eso, porque la mayoría eran cosas nuevas, son como 50 mil pesos o un poquito más. No me las han querido entregar", aseguró.

¿Y qué dice Laura Zapata?

Después de esta entrevista buscamos a Laura Zapata, quien desmintió a la enfermera y asegura que ella estaba al pendiente de su abuela 24 horas.

"(Mi abuela) no la está pasando nada bien, mi amor, todavía, en tiempo presente. Y sus escaras están catalogadas nivel 3, que no es médico, el médico... hay una nivel 4, pero que ponen en peligro la vida. También ella a mí me dijo eso, y también me dijo que no le hacían caso. Yo tengo todo los registros de que yo hablaba mañana, tarde y noche para preguntar cómo estaba mi abuela", dijo vía telefónica. "Cuando yo empecé a ver esto, pues sí hablaba porque, eran mis amigos. Pero entonces yo les dije: 'Yo no he hecho nada a espaldas de nadie, ni me interesa, nada más que no voy a permitir la violencia en contra de mi abuela', que la ha puesto casi al borde de la muerte. Entonces yo les dije... yo voy a levantar, abrí ya una carpeta contra la enfermera y contra quien resulte responsable. Y los dimes y diretes, pues los resolverá la ley".