El obispo Salvador Rangel perdonó a las personas que le hicieron daño durante y tras su desaparición, revictimizándolo; explicó que se encuentra delicado de salud.
El obispo Salvador Rangel es conocido por tratar de mediar entre los grupos delictivos de Guerrero; hoy las autoridades tratan de entender si, en realidad, fue víctima de un secuestro.
El candidato a diputado local afirmó que el secuestro que sufrió en 2010 le ayudó a comprender la situación de las personas que viven experiencias similares.