La Sedena realiza cada año una escenificación de la batalla de aquel 5 de mayo de 1862 para demostrar al público cómo fue el día en que las armas nacionales se cubrieron de gloria.
El presidente reveló que los ministros de la Suprema Corte habrían negociado la transferencia a la Sedena con la secretaria de Seguridad, Rosa Icela Rodríguez.
En la administración panista, Marina y Sedena firmaron convenios para cooperar en materia de inteligencia con el Departamento de Defensa estadunidense.