Dicha ley "abre la puerta para que las instalaciones y permisos –de cualquier tipo– tengan necesariamente que ser operadas por Pemex", consideran empresarios.
En entrevista para Meta 21, calificó la decisión como una pésima idea y señaló que con ella tratan de proteger a sus contrincantes, puesto a que hacen campaña con un gran número de personas.
El organismo empresarial indicó que de mantenerse la reforma tal como fue enviada por el Ejecutivo y aprobada por el Legislativo, se estaría condenando a México a sufrir un retroceso de más de 30 años en materia energética.