Ismael entró a la casa donde también se encontraba su esposa y ambos discutieron, después él salió del lugar enojado y su hija fue a buscarlo para calmarlo, donde ocurrieron los hechos.
Tras determinar que el FBI dio pruebas falsas, un juez ordenó la libertad supervisada de Raúl López Álvarez, quien pasó 36 años en prisión por inventar que asesinó al agente de la DEA.