Cientos de personas salieron a las calles para exigir la renuncia de Daniel Ortega como presidente, a pesar de que las protestas son consideras por el gobierno como un intento golpista.
Tras 20 horas de angustia por un asalto de fuerzas en favor al mandatario Daniel Ortega, 200 jóvenes refugiados en un templo de Managua sobreviven a la ráfaga de balas y granadas.
Silvio Báez, obispo auxiliar de Managua, una de las voces más críticas del gobierno de Daniel Ortega, denuncia que en el país centroamericano “hay una masacre y una persecución contra jóvenes para hacerlos desaparecer”.
Las turbas también ofendieron y golpearon a periodistas que daban cobertura a la visita de los obispos, y robaron cámaras al personal del canal 100% Noticias y de otros medios.
El presidente de Nicaragua descartó la propuesta hecha por la Iglesia católica y opositores, en protestas desde hace casi tres meses, en medio de una ola de violencia que ha dejado más de 230 muertos.