Rápido y Furioso es uno de los operativos más polémicos en contra del crimen organizado por sus fallidos resultados: cientos de armas entraron a México y cayeron en manos del Cártel de Sinaloa y otras organizaciones.
Genaro García Luna fue, por años, de las máximas autoridades de México, liderando la guerra contra el narco; sin embargo, utilizó ese puesto para su beneficio pactando con el crimen.
Familiares de las víctimas amagan con manifestarse contra el gobierno, azuzados por 'El Toñín', quien despidió a los jóvenes desde el municipio de Palmarito.
Los Chapitos y Los Mayos buscan el control de Sinaloa tras la ruptura interna del Cártel de Sinaloa y en las escenas del crimen dejan elementos para mandar un mensaje: cajas de pizzas, sombreros y figuras de dibujos animados.
Un enfrentamiento entre grupos del crimen organizado en Encarnación de Díaz dejó dos hombres muertos y un herido. La Policía y la Fiscalía investigan el hecho.