Los acontecimientos se registraron en la colonia 6 de abril en una pequeña tienda de abarrotes localizada por la calle las Américas en su cruce con Bravo.
El señor Andrés Zamora Solís, habitante de la comunidad Purísima de Conchos, cavaba a poca profundidad para obtener agua, cuando encontró los huesos que al inicio pensó que pertenecían al esqueleto de una vaca.