Los representantes de la Iglesia Católica de Guerrero llamaron al gobierno a tomar su responsabilidad contra la delincuencia y evitar que se formen autodefensas.
La Iglesia logró una tregua entre los Tlacos y Ardillos, grupos que se encontraban peleando el control del transporte público en la capital de Guerrero.
El obispo de la Diócesis de Chilpancingo relató que los líderes del crimen organizado no quieren acceder a desprenderse de su poder y el territorio que dominan.