Mario Escobar y Dolores Bazaldúa compartieron su sentir tras el vandalismo a la tumba de su hija, e informaron que se pospuso la audiencia por las acusaciones contra empleadas del Motel Nueva Castilla.
Los padres, molestos, señalan que hace tres meses les aseguraron que para esta fecha ya tendrían avances de las investigaciones del feminicidio de su hija.
Las dos mujeres habían interpuesto una apelación, misma que fue desechada por una jueza del Tribunal Superior del Estado, misma que ratificó la vinculación a proceso de las implicadas.