Raúl López Álvarez dice que basó su relato de la tortura y asesinato tras leerlo una revista. Y ofrecía sus servicios como sicario bajo el concepto Camarena Style, hasta que por boquiflojo fue arrestado y condenado a 249 años de cárcel.
El presunto asesino fue detenido con la misma ropa que llevaba el día que abandonó el cadáver en la alcaldía Miguel Hidalgo; fue aprehendido con su amante.