El país sudamericano soporta un brutal tercer pico de contagios por coronavirus y alcanzó una cifra récord de muertes diarias de 505 a finales del mes pasado.
Luego de cinco meses de que la segunda ola dejó al país en números rojos por contagios y defunciones, hoy los hospitales tienen un respiro al recibir cada día menos personas al borde de la muerte.
Las muertes no se registran ya que la mayoría de los países sólo consignan las que ocurren en los hospitales o las de pacientes con una infección confirmada, según el informe.
La Subsecretaria de Control y Prevención de Enfermedades, Consuelo Treviño, señaló en una primera etapa, se vacunará a 5 mil 800 trabajadores de la salud.
Los hospitales están al límite de su capacidad, los suministros de oxígeno médico se han agotado y las morgues y crematorios están repletos de cuerpos. Los pacientes mueren en camas de hospital, en ambulancias y en aparcamientos al aire libre.