La estrategia permitió reducir 76.55 por ciento las quejas por presuntos abusos de integrantes de las fuerzas armadas durante 2017, en comparación con 2012.
La vocera del Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Derechos Humanos dijo que no es "un paso positivo" que se utilice a las fuerzas armadas para cuestiones de seguridad interna.
Pide al Senado “escuchar todas las voces”; el despliegue reactivo de fuerzas armadas solo atiende síntomas y no da solución de fondo, advierte la CNDH.