La decisión del Gobierno se produce después de que el pasado 13 de abril llegara el visto bueno a la apertura parcial (25 %) del estadio Olímpico de Roma para los cuatro partidos de la Eurocopa.
El regreso de los servicios de restaurante al aire libre era demasiado poco y demasiado tarde para los propietarios, que veían amenaza su supervivencia tras más de un año de cierres intermitentes.