Algunas personas por los favores recibidos regalan comida a los feligreses que llegan a la celebración, así como café caliente para mitigar el frío, por lo que la policía asegura la zona para evitar accidentes.
La lesionada se dirigía a trabajar como vendedora de pan y café, pero al salir de su casa ya era esperada por el hombre, quién la metió nuevamente a la vivienda para agredirla.