La enormidad del A-76, que se separó de la plataforma de hielo Ronne de la Antártida, lo ubica como el iceberg más grande del planeta, dejando ahora en segundo lugar al A-23A, de unos 3 mil 380 km2, que también flota en el mar de Weddell.
Cincuenta y tres años después, el hombre de 91 años ha recuperado su billetera junto con los recuerdos de su misión de 13 meses como meteorólogo de la Marina de Estados Unidos en la Antártida durante la década de 1960.
Más de 30 mil sismos han ocurrido desde fines de agosto en la península antártica, un comportamiento inusual en el continente blanco, según señaló un informe del Centro Sismológico Nacional de Chile.