Una periodista se infiltró en una de las fábricas que produce ropa para Shein y expuso las malas condiciones laborales que padecen los trabajadores, quienes tienen turnos de hasta 18 horas.
Los universitarios se sumaron al movimiento 'hombres con falda', es decir, un experimento social para visibilizar los problemas de misoginia y acoso que sufren las mujeres.