Tras el incidente, el ministro de Defensa, Fikri Işık, y el comandante de las Fuerzas Terrestres Turcas, general Salih Zeki Çolak, visitaron a los soldados afectados.
Los turcos residentes en otros países y con acusaciones de terrorismo o golpismo perderán la ciudadanía si no regresan al país en 90 días, entre ellos el predicador Fethullah Gülen.