Las familias migrantes han quedado varadas en los estados de Nuevo León y Coahuila debido a retenes de las autoridades, pese a tener un permiso de libre transito por el país.
Unidades de Tránsito y de la Policía municipal acudieron al sitio, sin embargo, a pesar de esto se presentaron algunas agresiones que no pasaron a mayores.
Ellos fueron acusados penalmente, encarcelados hasta por nueve meses, y finalmente liberados al no comprobarse nada, sin embargo, perdieron su trabajo.