Aunque los animales arribaron en marzo provenientes del centro Nifrel en la japonesa ciudad de Osaka, no habían podido mostrarse debido al cierre motivado por la pandemia de coronavirus, que llegó al país sudamericano ese mismo mes.
Funcionarios de la Asociación de Propiedades Culturales de la Ciudad de Osaka dijeron tras examinar los restos que aparentemente son de jóvenes que murieron a fines del siglo XIX.