Desde propietarios de restaurantes en problemas hasta enfermeros agotados y minorías molestas por la brutalidad policial, la población a lo largo y ancho de Francia desea que Macron aborde sus inquietudes.
Las protestas habituales por el Día del Trabajador en Francia, que normalmente congregan a miles de manifestantes en las calles, fueron canceladas este año por la pandemia, que ha causado la muerte de unos 24 mil franceses.
El presidente francés, Emmanuel Macron, prometió reconstruirla en cinco años, pero hasta ahora el trabajo ha sido lento. Las demoras estuvieron causadas por el plomo tóxico liberado por el fuego, tormentas de invierno y luego por la epidemia del COVI
Las protestas formaban parte del movimiento nacional para impedir la reforma de las pensiones anunciada por el presidente, Emmanuel Macron, una reforma ambiciosa pero torpemente gestionada que ha provocado 40 días de huelgas.