El ataque se produce horas después de la sepultura de Qassem Soleimani en Irán; el gobierno de Estados Unidos afirmó que no retiraría las tropas en Irak.
Los diputados votaron a favor de una ley que designa como "terroristas" al Pentágono y a cualquier persona implicada en el asesinato del general Soleimani.
El ataque cercano al aeropuerto es un nuevo episodio de las hostilidades registradas durante los últimos días entre Irak, Siria, Irán y Estados Unidos.
También cinco miembros de las Fuerzas de Movilización Popular de Irak fueron abatidos durante el ataque, incluido el jefe de asuntos protocolarios, Mohammed Rida al-Jabri.
El presidente estadounidense dijo que su país iba a proteger los campos petrolíferos sirios y le dio la razón al Pentágono, que sostenía que una retirada total podría revivir a la organización Estado Islámico.