Javier Algredo montó una empresa fachada para adquirir precursores químicos que usaría el Cártel Jalisco Nueva Generación para la producción de drogas sintéticas.
Reduciría un automóvil a escombros en tan solo tres segundos, desmantelaría una comandancia de policía en un abrir y cerrar de ojos en 10 ocasiones, y arrasaría con un pueblo en cuestión de cinco minutos.
A pesar de la presencia militar, los habitantes del estado enfrentan las repercusiones de la creciente ola de violencia en la región. Según declaraciones de residentes locales: "La situación es muy difícil; antes solían venir muchos turistas, pero ah
Este patrón de comportamiento guarda una gran similitud con el que el Cártel empleó en Zacatecas cuando ingresó a las áreas rurales del municipio de Jerez, disfrazándose como contratistas gubernamentales encargados de obras viales.
El titular de Seguridad Pública estatal comentó que sería apresurado confirmar la presencia de algún grupo criminal de estas dimensiones en la entidad.