Ropa, muebles y animales muertos navegan entre las aguas negras del Río Atoyac que llega hasta hogares de la colonia Concepción Guadalupe al menos una vez a la semana, además de las inundaciones que comienzan a provocar pérdidas materiales.
Una gran cantidad de desechos, que van desde calzado, ropa, botellas, juguetes, hasta llantas, autopartes y muebles viejos, han sido retirados de las alcantarillas.