Guillermo del Toro propuso ayudar a la ceremonia, y solicitó diálogo entre la AMAC y Alejandra Fausto, de la Secretaría de Cultura del Gobierno de México.
La compañía Cinemex incumplió con algunas salas donde el público tendría oportunidad de ver la cinta que, según lo han referido críticos cinematográficos y el público, promete ser una obra increíble.