Rusia lanzó a principios de diciembre un programa de inoculación voluntaria con la vacuna Sputnik V, producida por el país, comenzando con los grupos más vulnerables en Moscú.
Todos los dedos acusadores apuntan a Rusia como fuente del hackeo más grave que hayan sufrido los organismos de gobierno de Estados Unidos. Pero el presidente Donald Trump, habitualmente reacio a acusar a Moscú de ciberataques, calla.
Este sábado inició la aplicación masiva contra el COVID-19, la cual se aplicará en primer lugar a las personas que corren mayor riesgo de exposición ante el virus.
Miembros del personal de ocho de las 25 clínicas de Moscú que albergan el ensayo informaron que la vacunación de los nuevos participantes en el estudio de Fase III se había detenido temporalmente, y varios citaron una fuerte demanda y dijeron que se
El ensayo de la vacuna Sputnik V, que involucra a 40 mil voluntarios, ha estado en desarrollo en Moscú desde comienzos de septiembre. Los resultados provisorios serían publicados en noviembre.
Kate Rubins, de la NASA, y Sergey Ryzhikov y Sergey Kud-Sverchkov, de la agencia rusa Roscosmos, partieron a las 10:45 horas del centro de lanzamientos espaciales alquilado por Moscú en Baikonur, Kazajistán.
Moscú está intentando minar también lo que considera como una cúpula dirigente antirrusa, dijo el jefe de la Oficina Federal de Investigaciones al Comité de Seguridad Nacional de la Cámara de Representantes, presidida por los demócratas.