Duranguense con discapacidad utiliza el humor como una fuerza
Alejandro González, filósofo y actor, ha encontrado en la comedia un lugar para afrontar su realidad mediante una catarsis positiva.
El humor es fuerza cuando la comedia es exigente y lúcida, y más es una sociedad que pretende echarnos para abajo, y lo que nos vence se convierte en tristeza, que es cuando el sistema nos ha ganado algo, dice Alejandro González, filósofo y actor duranguense, que ahora también se dedica a la comedia.
González es un artista cuya discapacidad es su materia prima, y ahora su espejo, cuando se monta en un escenario a encontrar en el escarnio de su condición, una forma de vencerla.
Explicó que tocar el lado duro de la realidad por medio de la risa, es una forma de afrontarlo por medio de una catarsis positiva. Y recordó la tradición del stand up en los Estados Unidos, donde analizan las formas de convivencia, porque a pesar del humor negro, de una sociedad complicada.
“El humor siempre nos va a liberar de algo. Pero articulado desde el fondo, nos va a hacer, conocernos y a lo mejor superarnos a nosotros mismos. Hay un momento muy bonito en una forma de hacer comedia, que nosotros podríamos denominar con el acto de traición, hay un momento donde te estás riendo, y parte de lo que te estás riendo, es de tu propia miseria, de tu propia alienación, de ti mismo”.
En estos momentos, la comedia es necesaria para abordar de manera distinta las enfermedades emocionales que nos afectan, como la depresión, y hecho, que una persona escuche por medio del humor la situación por la que pasa, es una catarsis por medio de la risa.
“La comedia en un sentido hondo, nos permite reírnos, pero ¿de qué nos reímos? Pues más de nosotros, más de nuestra propia condición. Más de la humanidad, más que los comediantes, que no quiero mencionar, pero que se van por la simpleza. Por hasta por chiste de odio y discriminación, por algo fácil, que lo que hace es aumentar esa enfermedad o alienación o lo que sea. Cuando la comedia realmente es un exorcismo porque te vas al fondo. Y creo que le evolución de alguien, que pudiera ser un comediante, o un profesional de estas cosas, es una persona que piensa bastante. A mí me gustaría pensar que es una persona que piensa bastante”.
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