¿En verdad era de China? Te contamos la verdad detrás de la China Poblana

Una de las figuras míticas mas emblemáticas de Puebla es la China Poblana, famosa por su vestimenta que suele acompañar los desfiles de las celebraciones de la Independencia de México.

Historia de la China Poblana

La historia narra que la China Poblana fue una princesa hindú llamada Mirra, raptada por piratas y bautizada por jesuitas con el nombre de Catarina de San Juan. Fue traída a México por un comerciante en el siglo XVII, una vez en Acapulco, Guerrero, un mercader la compró y en el año de 1621 llegó a tierras poblanas para servir como esclava al capitán Miguel de Sosa.

A los 14 años, Catarina aprendió rápidamente el idioma español y colaboró para cristianizar a la Nueva España. Fue una mujer que predicó con el ejemplo por su honestidad, generosidad y auxilio a los enfermos.

Con el pasar del tiempo contrajo matrimonio pero se mantuvo célibe y falleció a los 82 años de edad, lo que la llevó a la santidad popular, pero la Santa Inquisición prohibió su veneración, hoy sus restos descansan en la sacristía de la Iglesia de la Compañía de Jesús.

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¿Cuál es el vestuario de la China Poblana?

Catarina de San Juan no era ni china, ni poblana, pero su vestimenta se convirtió en el atuendo mexicano más popular, el cual surgió de la fusión de diversas culturas que llegaron a la Nueva España. La China Poblana se caracterizaba por vestir chalinas y sayas de seda de colores fuertes como el rojo, camisa de raudas y deshilados, además de que sus enaguas tienen bordados en chaquira y lentejuela. 

Con el tiempo el traje de la China Poblana se estilizó y se modificó, principalmente por contar con un bordado del escudo nacional para componer la bandera mexicana acompañada del blanco de la blusa, el verde del vestido y el rojo de la chalina.

La fuente de la China Poblana

En la ciudad de Puebla, particularmente en la colonia Santa María, existe un monumento en honor a la China Poblana que data del 27 de septiembre de 1971. Es obra del escultor, arquitecto y pintor poblano Jesús Corro Ferrer, quien es el autor del estadio Cuauhtémoc con motivo de los Juegos Olímpicos de 1968.

La fuente es considerada como una de las más grandes de Puebla de los Ángeles, la estatua mide más de tres metros de altura, el cuerpo es lisado tallado en piedra y su ropa es de talavera, y se sostiene en una base de 30 metros de diámetro. Fue construida con concreto, piedra de cantera labrada y argamasa a base de granito blanco.

En su estructura se encuentran ocho cabezas de dragones, de donde salen chorros de agua por sus bocas abiertas, localizados en la columna central: cuatro en la parte inferior y el resto en el superior.

Además de la fuente, en la Casona de la China Poblana se presume una figura del personaje, la cual está moldeada y pintada de manera artesanal con la combinación de estaño, pinturas minerales y plomo, es decir, talavera; un trabajo realizado por la casa Celia Talavera.

AGA

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