América apela a su grandeza; remonta y avanza a la Final
Las Águilas lo hicieron de nuevo, el conjunto americanista sufrió, pero venció a Morelia y se medirá a Monterrey en la gran Final del Apertura 2019
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CIUDAD DE MÉXICO.- La épica está de lado de América. Las Águilas consumaron su segunda remontada de la Liguilla, los de Coapa son un equipo al que no se le puede dar por muerto bajo ninguna circunstancia, su historia le concede ese beneficio, porque la ha construido con jornadas cargadas de orgullo. Estaba obligado a hacer goles y los hizo, los justos para vencer a Morelia 2-0 e instalarse en la Final del Apertura 2019, volverá a pelear por el título de la Liga MX, el cual definirá en su campo el próximo 29 de diciembre.
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Arropado por su gente, América salió convencido de que podía solventar la adversidad; ya tenía la carga emotiva de la tribuna y le tocaba hablar en el campo. Lo hizo, pero no sin pasar momentos de drama, porque Morelia metió mucho nervio, sobre todo en el final del partido.
Fue un América que inició ansioso, le ganaba la necesidad de anotar un gol que lo metiera en la serie, parecía que el reloj estaba en su contra y eso evitó que el equipo fuera poco creativo en el inicio, de hecho, se salvó de haber recibido un gol que lo hubiera terminado de enterrar.
Monarcas tuvo un par de llegadas que no supo aprovechar, la primera en un cabezazo de Sansores que no pudo darle dirección de gol a su remate. Perdonó al América que seguía sin enganchar buen juego, trataban por las bandas, pero los michoacanos se escalonaban de buena manera, cortaban todos las pelotas aéreas que llegaban al arco de Sebastián Sosa.
Ochoa tapó un tiro de Millar con lo que respiró el americanismo, más ansioso que con una ruta establecida. Fue en el 24’ cuando Renato tuvo la primera, se la dejó servida Viñas, pero el tiro del ecuatoriano lo tapó Achillier. Morelia seguía acercándose con cierto peligro y Aristeguieta se perdió otra en otro cabezazo que apagó Ochoa. El primer alarido de los azulcrema llegó cuando Henry remató de media vuelta en el área, la pelota dio en el travesaño y picó dentro, pero el yucateco estaba en fuera de juego.
Ahí despertó América, que robó una pelota en campo propio, Ibargüen pisó el acelerador, condujo con claridad y luego abrió para Renato, quien golpeó con fuerza y tuvo la fortuna de su lado, porque su disparo fue desviado por Velarde y le cambió la trayectoria a Sosa para el 1-0 al minuto 37.
Las Águilas veían cerca el objetivo, a Morelia le fue ganando el escenario, no supo reaccionar, salieron lesionados Ibarra y Millar, Roger entró por Renato y el cambio le resultó al Piojo, porque el colombiano se conectó rápido al juego, y desde su banda puso un centro que Viñas cabeceó al fondo para doblegar a Sosa. América tenía el pase a la final en sus manos.
Quedaba el segundo tiempo, Morelia estaba obligado a asumir riesgos, tenía que atacar y dejar espacios, América no podía conformarse ni especular, pero tampoco debía volverse loco. El complemento quedaba servido como una lucha de temple para ambas escuadras.
El equipo del Piojo salió menos revolucionado, pero sin dejar de ver el arco rival, Sosa evitó lo que pudo ser el tercero. Era un aviso de lo que se vislumbraba, porque Morelia sí que dio el paso adelante, era una prueba de fuego para la defensa amarilla, si había un día para recuperar la solidez era ahora, no se podían permitir algún despiste como en otras ocasiones, porque el escenario sería catastrófico.
Creció el juego en la lucha cuerpo a cuerpo, los 22 jugadores iban con todo por la pelota, nada por perdido. A Sosa le empezó a ganar la ansiedad y en una mala salida regaló el balón, lo tomó Ibargüen y se la dejó a Viñas, que tiró su disparo se fue desviado.
La tensión fue aumentando, el Piojo era un volcán y Guede se fue a su banca unos minutos a repensar la estrategia, la salida de Millar le había quitado un pulmón en el medio campo, porque Osuna no tiene el mismo recorrido. Y al América, la salida de Renato no le restó fuerza en ataque.
América medía los tiempos para presionar, y Monarcas buscaba colgar una pelota en el área para Sansores o Aristeguieta, lo hizo éste y la empujó Ortiz, pero el defensa michoacano estaba en fuera de juego y el gol fue anulado. Respiró aliviado todo el Azteca.
Roger marcó el tercero, pero tampoco subió al marcador, por una mano previa de Henry, más nervios en el campo y en la grada. Guede quemó todo con Lezcano y Ferreira. El Piojo mandó a González para cerrar el partido. Era matar o morir. Y mató América. Ahora, las Águilas tendrán dos semanas y media para alistar la Final. El 29 de diciembre, en el estadio Azteca, se definirá al campeón.
RC
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