Las dificultades de México en partidos al hilo
El Tri plantea dudas cuando compite en periodos cortos durante competencia oficial, y Jamaica será un rival difícil de digerir en su segundo duelo de Copa Oro 2017.
Los números de Juan Carlos Osorio en Concacaf mantienen la credibilidad del entrenador al frente de la selección mexicana. Sin embargo, también hay que decir que en varias ocasiones cuando el Tricolor tiene que enfrentar en un periodo corto de días a otro rival en competencias oficiales, se le dificulta, no se ha visto tan suelto como en el primero, aunque muchas veces ha logrado sacar un resultado positivo.
Además, desde su llegada al timón, Juan Carlos Osorio ha aumentado el número de cambios que hace de un partido a otro.
En esta Copa Oro 2017 le ganó en su debut a El Salvador 3-1, se le resistió unos instantes el enemigo, pero el cuadro azteca fue superior la mayor parte. Como en el papel tenía que ser, si se toma en cuenta que el enemigo ha pasado desde hace tiempo por una serie de cambios de jugadores, de problemas financieros, y conflictos internos que la han debilitado.
Se espera que para este segundo choque frente a Jamaica no haya problema alguno. No tendría que haberlo, pese a que, como se dice, el rival también juega y no hay que demeritar sus atributos. Sin embargo, México cuenta con mayor estructura, desarrollo económico, una Liga competitiva, y jugadores que actúan en Europa.
No hay que olvidar que a últimas fechas a Osorio se le complican esos duelos posteriores. Eso sí, los primeros dos caminó sin dificultades. En su debut como entrenador, el conjunto del colombiano sacó una victoria de 3-0 frente a El Salvador, luego visitó Honduras y ganaron 2-0, con cinco cambios en el once inicial de un duelo a otro.
Si bien, en la Copa América Centenario del año pasado arrancó con buenos tintes, al derrotar 3-1 a Uruguay con un futbol agradable y contundente, y que luego venció a Jamaica 2-0 aún y cuando en este encuentro también cambió de jugadores, para el tercer partido, apenas sacó un empate contra Venezuela (que guardó a varios de sus titulares para la siguiente ronda), y cabe destacar que aquí Osorio mantuvo la base de elementos que habían participado frente a los Reggae Boyz. El resto de la historia es bien conocida, recibió siete tantos por parte de Chile.
De regreso a la eliminatoria de la Concacaf, se visitó a El Salvador con un saldo positivo de 3-1. Aún así, la goleada que propinaron los andinos era una herida fresca. Se tenía que hacer más, y ahora, el Tri recibía en casa a un cuadro hondureño que tampoco ha pasado por buenos momentos. Se pacto un empate sin goles en los que se falló de frente al marco en varias ocasiones. Entre ambos duelos, Osorio únicamente hizo cuatro cambios.
El Hexagonal arrancó con una cara excelente para el Tricolor. En un partido de mucha fuerza, de peligro constante, logró, en los últimos minutos llevarse los tres puntos de Columbus, la tierra que se le había negado, y nada más y nada menos que contra Estados Unidos.
Pero enseguida, había que visitar a Panamá. Por aquella confianza, aunque con la baja de Guardado por lesión, el Tri se midió a los canaleros sin mucho éxito. Consiguió un empate sin goles, con cinco hombres diferentes respecto a los que habían arrancado frente al cuadro de las barras y las estrellas. Se tiene que resaltar que las condiciones del campo tampoco eran las mejores.
Aquellos momentos no tan agradables de los segundos partidos se olvidaron en los siguientes duelos de las eliminatorias mundialistas. México se impuso sin problemas a Costa Rica en el Estadio Azteca y luego visitó a Trinidad y Tobago y, pese a que no fue lo fácil que se pudiera pensar, pues incluso en 23 años nos e había ganado en Puerto Príncipe, se adjudicaron una victoria de 1-0 que sirvió para afianzarse en la lucha por un boleto para Rusia 2018.
A los de verde tampoco se les dificultó derrotar a Honduras en el Coloso de Santa Úrsula 3-0. Sin embargo, la visita que hizo Estados Unidos no fue como se imaginaba. Se obtuvo un empate a un gol. Osorio cambió a siete elementos de un duelo a otro.
Llegó la Copa Confederaciones, la segunda gran oportunidad del Tri para lucirse en un escenario mundial. Se llegaba con una buena etiqueta en la Concacaf, así que había esperanzas importantes. En el papel, se consiguió el objetivo de llegar a semifinales, pero hubo pasajes de mucha angustia que no dejaron bien parados al conjunto a ojos de los aficionados. Se empató en un buen partido frente a Portugal en el primer encuentro. El segundo, se creía, era mucho más sencillo, porque se trataba de Nueva Zalanda, a quien años antes habían goleado para conseguir el boleto al Mundial de Brasil 2014. No fue así. Se inició con un marcador adverso, se sufrió, el rival estuvo encima. No se le veían ni pies ni cabeza a ese once inicial que, respecto al duelo pasado, tenía a ocho nuevos jugadores. Entonces, hubo que corregir, y al final, el Tricolor se impuso 2-1.
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