Conoce a Ana Paula Valdés, la golfista mexicana que aspira a la LPGA

La nueva integrante de Xuntas es originaria de Morelia, Michoacán, Ana Paula Valdés ha sabido hacer lo mejor con su talento ya que cuenta con un título profesional y este año se está entrenando en la Epson Tour, la gira de ascenso a la LPGA. 

Ana Paula nos comparte cuáles son los principales retos que vive como novata en la Epson Tour. 

“Yo creo que la diferencia a comparación con las veteranas acá es que la verdad semana por semana estoy aprendiendo o conociendo nuevos campos, viajando a nuevas ciudades, obviamente no estoy muy bien ubicada, entonces me toma ese tiempito extra sentirme cómoda. El conocimiento dentro de las canchas, se nota la diferencia cuando ves a alguien que ya tiene experiencia a cuando juegas con una rookie”, dijo. 

La responsabilidad de representar a México 

La novata mexicana considera que no hay mayor orgullo y responsabilidad que jugar por su país, aún incluso que por sus propias metas; antes está dejar el nombre de su país en lo alto. 

“Para mi representar a México siempre ha sido un orgullo gigante, me encanta jugar por algo más grande que mí misma y me encanta representar a México de la mejor manera posible, dar todo lo mejor que tengo disponible, ya sea mi tiempo, mi vida en México, mi vida económica, dejarlo todo y apostarlo todo para salir adelante y seguir mis sueños”. 

 El camino a la LPGA 

Sobre cómo espera llegar al máximo circuito del golf femenino, Ana Paula señaló que va paso a paso, y que en una meta a largo plazo espera jugar contra las mejores del mundo.  

“Mi objetivo principal es terminar en top 35 de las rankeadas, porque eso nos permite ir directo a Q-Series, que es la escuela clasificatoria a la LPGA, donde puedes conseguir tu tarjeta para el pase directo a la LPGA y a largo plazo obviamente dar el paso a la LPGA y así se van dando tus metas”. 

Las lesiones la hicieron más fuerte

 Hace tres años, la golfista mexicana de 25 años tuvo que ser operada, situación que la dejó medio año fuera de los campos y donde incluso valoró si valía la pena seguir. Volvió y lo hizo con más motivación. 

“Un reto muy grande fue que en el 2019 me tuvieron que operar de la muñeca y del codo porque tuve una lesión muy grande y tuve que estar fuera seis meses del deporte y la verdad ahí es cuando haces mucho trabajo interno y buscas tus motivaciones para seguir trabajando y regresas a cuestionarte por qué hago lo que hago y si realmente te gusta”, sentenció.