Comienza juicio por el derribo del vuelo 17 de Malasia Airlines
Era un día muy esperado para los amigos y familiares de los fallecidos el 17 de julio de 2014, cuando un misil Buk alcanzó el MH17 cuando sobrevolaba la zona de conflicto en el este de Ucrania.
SCHIPHOL. — Este lunes comenzó en Holanda el juicio a tres ciudadanos rusos y un ucraniano acusados de varios delitos de asesinato por su supuesta participación en el derribo en 2014 del Vuelo 17 de Malaysia Airlines. Las 298 personas que iban a bordo murieron.
Como se esperaba, los sospechosos no comparecieron ante el tribunal.
Era un día muy esperado para los amigos y familiares de los fallecidos el 17 de julio de 2014, cuando un misil Buk alcanzó el MH17 cuando sobrevolaba la zona de conflicto en el este de Ucrania.
Cinco jueces vestidos con togas negras -dos que instruirán el caso y dos suplentes- se sentaban en silencio en una abarrotada sala cerca de Schiphol, el aeropuerto desde donde despegó el vuelo en dirección a Kuala Lumpur, en Malasia. Unos pocos familiares se encontraban en la sala, mientras los demás seguían el proceso por videoconferencia en un centro de reuniones en el centro de Holanda.
Uno de los presentes en el tribunal era Piet Ploeg, que perdió a su hermano, Alex, a su cuñada y a su sobrino. Ploeg se sentó en la sala con las manos unidas, escuchando atentamente el inicio del proceso.
“Los parientes quieren justicia, tan simple como eso”, dijo. “Queremos justicia por el hecho de que 298 personas fueron asesinadas, y este tribunal y la vista que comenzará hoy nos aclararán lo que sucedió, por qué sucedió y quién fue el responsable”.
La documentación del caso tiene unas 36 mil páginas y “una enorme cantidad de archivos multimedia”, indicó el juez que preside el tribunal, Hendrik Steenhuis.
Revisar las pruebas, señaló, “será un periodo muy doloroso y emotivo. Hay muchas víctimas, y por supuesto por ese motivo hay muchos allegados”.
Jon y Meryn O’Brien viajaron desde Sydney para ver el inicio del juicio, confiando en conseguir justicia por su hijo Jack.
“El juicio es importante porque la verdad todavía importa”, dijo Jon la víspera del juicio. “No deberías poder asesinar a 298 personas y que no haya consecuencias, sin importar quién seas. De modo que es importante que se cuente la verdad sobre ello”.
Los O’Brien estaban entre los familiares que el domingo colocaron 298 sillas blancas alineadas como los asientos de un avión ante la embajada rusa en La Haya, en protesta por lo que veían como intentos deliberados de Moscú de ocultar lo sucedido.
Tras años de minuciosa investigación, un equipo internacional de investigadores y fiscales identificó el año pasado a cuatro sospechosos: los rusos Igor Girkin, Sergey Dubinskiy y Oleg Pulatov, y el ucraniano Leonid Kharchenko. Podrían presentarse cargos contra otras personas al continuar las pesquisas.
Según la ley holandesa, el juicio puede continuar aunque los sospechosos no se presenten. Uno de los acusados, Pulatov, contrató a una firma legal holandesa para representarle, que declinaron hacer comentarios. También tenía un abogado ruso presente, indicó Steenhuis.
Rusia ha negado varias veces estar implicada en el siniestro, incluso después de que la fiscalía alegara que el sistema de misiles Buk que destruyó el avión de pasajeros se había trasladado hasta Ucrania desde la base de la 53ra Brigada Rusa de Misiles Antiaéreos en Kursk, y que el sistema de lanzamientos se devolvió después a Rusia.
La portavoz del Ministerio ruso de Exteriores Maria Zakharova acusó la semana pasada en Moscú a los investigadores de dar por hecha la culpabilidad rusa.
Estaba previsto que en la sesión del lunes, los jueces evaluaran la investigación y determinasen si hacía falta hacer más pesquisas antes de proceder, indicó la experta legal Marieke de Hoon, de la Universidad de Vrije en Ámsterdam.
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SCHIPHOL. — Este lunes comenzó en Holanda el juicio a tres ciudadanos rusos y un ucraniano acusados de varios delitos de asesinato por su supuesta participación en el derribo en 2014 del Vuelo 17 de Malaysia Airlines. Las 298 personas que iban a bordo murieron.
Como se esperaba, los sospechosos no comparecieron ante el tribunal.
Era un día muy esperado para los amigos y familiares de los fallecidos el 17 de julio de 2014, cuando un misil Buk alcanzó el MH17 cuando sobrevolaba la zona de conflicto en el este de Ucrania.
Cinco jueces vestidos con togas negras -dos que instruirán el caso y dos suplentes- se sentaban en silencio en una abarrotada sala cerca de Schiphol, el aeropuerto desde donde despegó el vuelo en dirección a Kuala Lumpur, en Malasia. Unos pocos familiares se encontraban en la sala, mientras los demás seguían el proceso por videoconferencia en un centro de reuniones en el centro de Holanda.
Uno de los presentes en el tribunal era Piet Ploeg, que perdió a su hermano, Alex, a su cuñada y a su sobrino. Ploeg se sentó en la sala con las manos unidas, escuchando atentamente el inicio del proceso.
“Los parientes quieren justicia, tan simple como eso”, dijo. “Queremos justicia por el hecho de que 298 personas fueron asesinadas, y este tribunal y la vista que comenzará hoy nos aclararán lo que sucedió, por qué sucedió y quién fue el responsable”.
La documentación del caso tiene unas 36 mil páginas y “una enorme cantidad de archivos multimedia”, indicó el juez que preside el tribunal, Hendrik Steenhuis.
Revisar las pruebas, señaló, “será un periodo muy doloroso y emotivo. Hay muchas víctimas, y por supuesto por ese motivo hay muchos allegados”.
Jon y Meryn O’Brien viajaron desde Sydney para ver el inicio del juicio, confiando en conseguir justicia por su hijo Jack.
“El juicio es importante porque la verdad todavía importa”, dijo Jon la víspera del juicio. “No deberías poder asesinar a 298 personas y que no haya consecuencias, sin importar quién seas. De modo que es importante que se cuente la verdad sobre ello”.
Los O’Brien estaban entre los familiares que el domingo colocaron 298 sillas blancas alineadas como los asientos de un avión ante la embajada rusa en La Haya, en protesta por lo que veían como intentos deliberados de Moscú de ocultar lo sucedido.
Tras años de minuciosa investigación, un equipo internacional de investigadores y fiscales identificó el año pasado a cuatro sospechosos: los rusos Igor Girkin, Sergey Dubinskiy y Oleg Pulatov, y el ucraniano Leonid Kharchenko. Podrían presentarse cargos contra otras personas al continuar las pesquisas.
Según la ley holandesa, el juicio puede continuar aunque los sospechosos no se presenten. Uno de los acusados, Pulatov, contrató a una firma legal holandesa para representarle, que declinaron hacer comentarios. También tenía un abogado ruso presente, indicó Steenhuis.
Rusia ha negado varias veces estar implicada en el siniestro, incluso después de que la fiscalía alegara que el sistema de misiles Buk que destruyó el avión de pasajeros se había trasladado hasta Ucrania desde la base de la 53ra Brigada Rusa de Misiles Antiaéreos en Kursk, y que el sistema de lanzamientos se devolvió después a Rusia.
La portavoz del Ministerio ruso de Exteriores Maria Zakharova acusó la semana pasada en Moscú a los investigadores de dar por hecha la culpabilidad rusa.
Estaba previsto que en la sesión del lunes, los jueces evaluaran la investigación y determinasen si hacía falta hacer más pesquisas antes de proceder, indicó la experta legal Marieke de Hoon, de la Universidad de Vrije en Ámsterdam.
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