Primer gobierno de Donald Trump aumentó ataques racistas en casi 200%
El perfil del votante de Donald Trump fueron hombres blancos de clase obrera, con menor formación educativa.
Donald Trump se destapó como el candidato republicano para la presidencia de su país en 2015. Desde su primer discurso lanzó sin reparo comentarios antilatinos: “los inmigrantes ilegales roban nuestros trabajos”, repetía en las reuniones con sus simpatizantes.
El discurso trumpista se volvió más violento con el pasar de las semanas en campaña: los insultos contra los latinos y migrantes incrementaron su tono, además de llamarlos “asesinos” y “violadores”.
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El magnate neoyorquino arrancará su segundo periodo presidencial en el ojo de la polémica por acusaciones de incitar la violencia racista desde que apareció en la escena política estadunidense.
Hace nueve años, ocurrieron 300 crímenes de odio en todo el país norteamericano. En 2006 –cuando Donald Trump tomó posesión como presidente de la Unión Americana–, aumentaron a 357.
Y de ahí en adelante no ha parado el incremento en la incidencia de delitos contra migrantes: el 2023 cerró con 861 casos, lo que representa un incremento del 187 por ciento.
En el año 2019, con Donald Trump ocupando la oficina Oval como presidente de Estados Unidos, se registraría el mayor tiroteo en la historia de los crímenes de odio, justamente en contra de la comunidad latina. Un atacante blanco llamado Patrick Wood Crusius asesinó a 23 mexicanos y centroamericanos. Al ser detenido dijo que su objetivo era “matar tantos mexicanos” como le fuera posible.
Una base de datos elaborada por TELEDIARIO, con base en reportes del Buró Federal de Investigaciones de Estados Unidos (FBI), revela que en los últimos nueve años –desde que apareció en la escena política el presidente estadunidense– han ido aumentado paulatinamente los crímenes de odio en contra de la comunidad latina.
Los agresores registrados, en su mayoría blancos, han atacado indiscriminadamente, sólo por su apariencia, a la comunidad de origen latinoamericano. Según reportes obtenidos desde 2015, hay constancia de 5 mil 223 casos.
Los reportes del FBI exhiben que los migrantes sólo se encontraban parados en la calle o incluso iban llegando a su casa cuando fueron agredidos, los acusados aludían a que el motivo de la agresión era la apariencia latina de las víctimas.
Los atacantes en los archivos: gente blanca
El Departamento de Justicia estadunidense publicó reportes con referencias a casos de crímenes de odio en contra de la comunidad latina. Según los datos obtenidos, la mayoría de los ataques fueron perpetrados por ciudadanos de etnia caucásica.
10 años de reportes del FBI coinciden en el perfil del atacante: de los 5 mil casos, en al menos 3 mil 685 la descripción física del perpetrador fue “white”, es decir de origen caucásico.
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Hay historias como la de Charles Antonio Clippard, de 26 años y Michael Joseph Knox, de 28, ambos de Columbia en Carolina del Sur, quienes asaltaron con violencia a personas con “aspecto mexicano” en múltiples gasolineras y supermercados.
“Los acusados cometieron tres robos a mano armada como parte de la conspiración, incluido un robo de automóvil, debido a la raza y el origen nacional de las víctimas y porque esas personas utilizaban lugares públicos”, dice la Fiscalía de Carolina del Sur.
Natalia Miranda, una adolescente de 14 años, fue atropellada en Iowa mientras caminaba por la banqueta, rumbo a un partido de básquetbol de su escuela secundaria. Nicole Marie Poole Franklin, una mujer caucásica de 40 años, confesó la autoría de la agresión y que el motivo era simplemente “porque se veía mexicana”.
Lo peor es que Nicole Marie nunca se arrepintió durante los interrogatorios policiales. Incluso, ante la policía hizo más comentarios despectivos sobre los latinos. En las investigaciones ulteriores, los agentes descubrieron que la agresión contra Natalia había sido el tercer ataque de odio que había cometido esa mujer.
Los informes publicados por el FBI demuestran que no son casos aislados. La revisión de TELEDIARIO en los documentos descubrió el aumento paulatino desde la irrupción en los medios del discurso de Trump. En 2016 subió a 357 y en 2017, año en que asumió la presidencia Trump, escaló hasta 446 crímenes de odio constatados.
Durante la gestión del magnate neoyorquino en 2018 se registraron 503, en 2019 subió a 580, en 2020, se registraron 661 ataques de odio contra la comunidad latina, y para 2021, el último año de ese gobierno, crecieron hasta 737.
En el mandato de Donald Trump la semilla del odio fue sembrada y con el paso de los años fue germinando.
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Cabe recordar que se presume que el perfil del votante de Donald Trump fueron hombres blancos de clase obrera, con menor formación educativa y residentes en zonas rurales de ese país.
Los estudiosos en materia electoral señalaron que los evangélicos, republicanos tradicionales, nacionalistas y supremacistas blancos le dieron la victoria en la elección de este año 2024.
El estado con más ataques de odio registrados fue, sorprendentemente, California, uno de los lugares con mayor presencia de población y migración latina. El estado costero cuenta con mil 322 casos. Le siguen New Jersey, con 403 ataques de odio, y estados fronterizos como Arizona, donde se registraron 218 y Texas, con 217.
El perfil de las víctimas eran personas que tenían “apariencia mexicana”, como narran algunos agresores. En mil 658 casos los ataques se suscitaron en carreteras y calles, en otras palabras cuando las víctimas iban en camino hacia algún destino. En 500 casos estaban en estacionamientos, por ejemplo cuando salían de surtir la despensa en el supermercado.
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— Donald J. Trump (@realDonaldTrump) November 5, 2024
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Un dato preocupante es que en 2 mil 65 ocasiones fueron atacados en sus propias casas.
Los delitos fueron de gravedad creciente, como la intimidación (con mil 633 casos, el número uno entre los delitos recopilados), pero también lo que se clasifica como asalto agravado, es decir ataques con violencia, ya sea con armas, con bates de béisbol u otros artefactos; y en tercer lugar la destrucción de alguna de sus pertenencias.
Activistas y organizaciones coinciden en que los constantes ataques del discurso político trumpista detonaron los crímenes de odio en contra de la comunidad migrante y latina en ese país.
El discurso de Trump contra “la invasión hispana”
El Pew Research Center, un centro de investigación con sede en Washington, aseguró que durante el gobierno de Trump cuatro de cada 10 latinos sufrieron discriminación. La frase más común utilizada para segregarlos era “¡regresen a su país!”.
No es coincidencia que la peor masacre en la historia de los migrantes mexicanos y centroamericanos en Estados Unidos haya ocurrido durante su mandato en 2019, en un centro comercial Walmart de El Paso, Texas.
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El infame Patrick Wood Crusius, de 21 años, disparó con un rifle de asalto a los compradores que le parecían “odiosos”.
“Ellos son los instigadores, no yo. Simplemente estoy defendiendo a mi país del reemplazo cultural y étnico provocado por la invasión”.
Esa masacre dejó un saldo de 23 muertos, casi la mitad mexicanos. El pasado 7 de julio, este asesino fue condenado a múltiples cadenas perpetuas.
Durante las elecciones del año 2024, la bandera del candidato republicano Trump fue el discurso anti inmigrante, pero con mayor radicalización. En el debate presidencial de septiembre lanzó una de sus más reconocidas acusaciones contra los migrantes.
“Los migrantes se están comiendo a los perros, la gente que ha llegado se está comiendo a los gatos, se está comiendo a las mascotas de la gente que vive allí”.
Este hombre, Donald Trump, acaba de ganar la Presidencia de Estados Unidos para un segundo mandato, obtenido por el voto popular. Serán otros cuatro años de hostilidad profunda en la discusión pública contra la inmigración, sobre todo la que viene de países como México y otros de América Latina.
EB
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