El Papa dice a niños con autismo que son 'flores únicas'
Francisco se reunió con miembros del centro austriaco para autismo Sonnenschein, en una audiencia en el Vaticano. Les dijo que el nombre del centro evocaba un césped lleno de flores al sol “¡y las flores de esta casa son ustedes!”.
CIUDAD DEL VATICANO. — El papa Francisco le expresó el lunes a un grupo de niños con autismo y trastornos afines que son flores hermosas y únicas a los ojos de Dios.
Francisco se reunió con miembros del centro austriaco para autismo Sonnenschein (“Rayo de Sol”), en una audiencia en el Vaticano. Les dijo que el nombre del centro evocaba un césped lleno de flores al sol “¡y las flores de esta casa son ustedes!”.
Hablando con los niños, sus padres y cuidadores, Francisco declaró: “Dios creó el mundo con una gran variedad de flores de todos los colores diferentes. Cada flor tiene su belleza única. Y cada uno de nosotros es hermoso a los ojos de Dios, quien nos ama”.
El papa tiene una debilidad particular por los niños, permitiéndose incluso saludarlos y darles palmaditas en la cabeza durante sus audiencias públicas pese a las restricciones actuales de distanciamiento debido al coronavirus.
Con frecuencia se ha reunido con grupos de niños y padres que experimentan dificultades para cuidarlos, con la esperanza de animarlos a través de enfermedades, discapacidades, pobreza y otros desafíos.
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CIUDAD DEL VATICANO. — El papa Francisco le expresó el lunes a un grupo de niños con autismo y trastornos afines que son flores hermosas y únicas a los ojos de Dios.
Francisco se reunió con miembros del centro austriaco para autismo Sonnenschein (“Rayo de Sol”), en una audiencia en el Vaticano. Les dijo que el nombre del centro evocaba un césped lleno de flores al sol “¡y las flores de esta casa son ustedes!”.
Hablando con los niños, sus padres y cuidadores, Francisco declaró: “Dios creó el mundo con una gran variedad de flores de todos los colores diferentes. Cada flor tiene su belleza única. Y cada uno de nosotros es hermoso a los ojos de Dios, quien nos ama”.
El papa tiene una debilidad particular por los niños, permitiéndose incluso saludarlos y darles palmaditas en la cabeza durante sus audiencias públicas pese a las restricciones actuales de distanciamiento debido al coronavirus.
Con frecuencia se ha reunido con grupos de niños y padres que experimentan dificultades para cuidarlos, con la esperanza de animarlos a través de enfermedades, discapacidades, pobreza y otros desafíos.
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