EU y Rusia avanzan en el deterioro de sus relaciones

Moscú ordenó hoy a Estados Unidos recortar su personal diplomático en Rusia en respuesta a las últimas sanciones impuestas por Washington, un paso más en el deterioro de las relaciones entre las dos grandes potencias que parecen avanzar hacia una nueva Guerra Fría.

La medida también evidencia el desencanto creciente del Kremlin ante un desarrollo de los acontecimientos muy alejado del futuro prometedor que auguraba la llegada de Donald Trump a la Casa Blanca, después de la etapa de Barack Obama considerada en Rusia como nefasta para las relaciones.

"Invitamos a la parte estadunidense a que, desde el 1 de septiembre, reduzca el número de diplomáticos y colaboradores que trabajan en la embajada de Estados Unidos en Moscú y en los consulados de San Petersburgo y otras ciudades, hasta el mismo número que el personal diplomático ruso en Estados Unidos", señaló un comunicado colgado en la web de la cancillería rusa.

"Esto significa que el número total del personal en las representaciones diplomáticas y consulares estadunidenses en Rusia se reduce hasta 455 personas", añade el texto sin dejar lugar a dudas.

La orden de Moscú llega un día después de que el Senado de Estados Unidos aprobara las nuevas sanciones contra el Kremlin -que se justifican por la supuesta injerencia rusa en las elecciones estadunidenses que llevaron a Donald Trump a la Casa Blanca- y pone otra losa sobre los intentos de normalización de las relaciones bilaterales.

También al día siguiente de que el presidente ruso, Vladímir Putin, advirtiera de que la paciencia de Moscú se estaba acabando ante lo que llamó "histeria antirrusa", la adopción de medidas contra este país en Estados Unidos "con fines de política nacional, en la lucha entre el presidente Trump y sus oponentes políticos".

No se conoce el número exacto de diplomáticos y funcionarios que Estados Unidos tiene en su embajada en Moscú y en sus consulados en otras ciudades, pero según el vicepresidente de la Duma (cámara baja del Parlamento ruso), Serguéi Zhelezniak, serían en total unos mil 200 empleados.

Esto significaría que el recorte afectaría a varios cientos de diplomáticos y colaboradores.

Además, el Ministerio de Exteriores ruso anunció que desde el próximo 1 de agosto la embajada de Estados Unidos no podrá utilizar unos almacenes en la capital rusa ni tampoco la mansión de que dispone en Serebrianyi Bor, una elitista zona de descanso en Moscú.

"Espero que el Departamento de Estado sea hoy más parlanchín y diga oficialmente cuál es el número de sus colaboradores (en Rusia)", escribió la portavoz del Ministerio ruso, María Zajárova, en su cuenta de Facebook.

"¿Se imaginan, hasta dónde los medios estadunidenses están zombis que, aunque hablan cada día de Rusia y de las sanciones, ni una sola vez (ni siquiera desde diciembre de 2016) han sido capaces de contar cuántos diplomáticos y funcionarios técnicos trabajan en las ciudades rusas?", añadió.

Fue precisamente en diciembre del pasado año cuando la Casa Blanca expulsó a 35 diplomáticos rusos y sus familias, a los que dio 72 horas para abandonar el país, por lo que Moscú considera que la medida adoptada hoy es una respuesta basada en la reciprocidad y aún conservadora.

"Sólo hemos respondido, y además en un momento determinado, pero hemos esperado hasta el final a que nuestros socios entraran en razón... La parte rusa ha esperado siete meses a las medidas de respuesta", agregó Zajárova.

En diciembre, Washington también confiscó dos instalaciones diplomáticas rusas en Nueva York y Maryland, en respuesta a la supuesta injerencia rusa en la campaña presidencial de ese país.

"La adopción de la nueva ley de sanciones ha demostrado con claridad meridiana que las relaciones con Rusia se han convertido en rehenes de la lucha política interna en Estados Unidos", indicó la declaración ministerial.

La cancillería rusa también advierte que se reserva "el derecho a adoptar, con base al principio de reciprocidad, otras medidas que pueden afectar los intereses de Estados Unidos".