Maduro asegura que Guaidó será arrestado
Maduro afirmó, por otra parte, que busca probar ante la Corte Internacional de Justicia que Washington comete crímenes de lesa humanidad al aplicar sanciones contra Venezuela.
CARACAS. — El presidente venezolano Nicolás Maduro afirmó este viernes que las autoridades no han detenido al líder opositor Juan Guaidó porque los tribunales no lo han ordenado, pero advirtió que ese día "llegará".
El gobernante socialista hizo el comentario en una reunión con la prensa internacional tres días después de que Guaidó regresó al país de una gira por Estados Unidos y Europa. El líder opositor salió del país desafiando una orden judicial que se lo prohíbe.
A pesar de esa orden, los funcionarios de migración permitieron que Guaidó ingresara después de aterrizar en un vuelo comercial procedente de Portugal en el principal aeropuerto internacional de Venezuela.
"El día que los tribunales de la república den el mandato de detener al señor Juan Guaidó, por todos los delitos cometido, ese día va la cárcel”, aseveró.
“Es día no ha llegado, pero llegará”, agregó.
Fue la segunda vez que Guaidó viajó fuera de Venezuela a pesar de la prohibición. En ambas ocasiones, se le permitió volver sin problemas.
Maduro afirmó, por otra parte, que busca probar ante la Corte Internacional de Justicia que Washington comete crímenes de lesa humanidad al aplicar sanciones contra Venezuela que según dijo afectan gravemente la vida de los venezolanos para forzar un cambio de gobierno.
“El día de ayer dimos ese paso. No nos quedó otra opción”, dijo Maduro. Agregó que la acción busca obligar a Washington a dejar de aplicar sanciones a Venezuela.
Maduro acusó al gobierno estadounidense de causar muerte y sufrimiento entre la población venezolana en años recientes con sanciones que “tiene perseguidas, congeladas, inutilizadas todas las cuentas internacionales que utiliza para la compra de insumos médicos, alimentos, y medicinas. Todo viola el Derecho Internacional”, subrayó.
Maduro también admitió que por las sanciones se ha visto obligado a tomar decisiones, como permitir la circulación del dólar en la economía venezolana, lo que aparentemente van en contrasentido de las ideas de su mentor y predecesor, el ahora fallecido presidente Hugo Chávez, quien desde 1999 se encaminó en hacer realidad su idea de convertir a Venezuela en un Estado socialista.
En el 2003, Chávez instauró un severo control de divisas.
Ahora casi la mitad de la población realiza compras en dólares estadounidenses, según Ecoanalítica, una firma de análisis con sede en Caracas. La dolarización ha ayudado a impulsar un renacimiento limitado de la economía del país, al tiempo que destaca las disparidades entre quienes tienen y no tienen acceso a los dólares.
Maduro flexibilizó el rígido control de divisas en mayo pasado, lo que permitió a los bancos comprar y vender dólares estadounidenses a cualquier tipo de cambio, facilitando mucho a los empresarios operar en una moneda aceptada internacionalmente.
"En Venezuela hay un gobierno en construcción del socialismo”, resaltó. Está obligado, empero, a manejar el país “una economía en situación de guerra”, agregó.
“Ante la opción, reprimo o permito, yo tomé la opción, lo permito”, indicó Maduro sobre la creciente dolarización.
“Es una opción, una elección en medio de una guerra. Y esa opción ha permitido que la economía respire”, acotó. Es la opción “correcta”, insistió.
Agregó que está "consciente de las desigualdades que surgen en este proceso, pero estamos en guerra y esas desigualdades serán superadas”.
Washington ha impuesto una serie de sanciones, entre las que se incluyen el congelamiento de los activos del gobierno de Venezuela en Estados Unidos, prohibió a los estadounidenses y empresas foráneas relacionadas hacer negocios con el gobierno de Maduro, sus familiares o aquellos que mantengan vínculos comerciales con empresas o funcionarios del gobierno.
También aplicó sanciones a la compañía petrolera venezolana, en un intento por cortarle las fuentes de financiamiento al gobierno venezolano.
La semana pasada, Trump se reunió con Guaidó en la Casa Blanca, donde presentó al líder opositor como el “verdadero y legítimo” líder de Venezuela y llamó a Maduro un “tirano”.
Guaidó, de 36 años, ha estado en una tensa lucha de poder con Maduro desde que se declaró como el legítimo presidente de Venezuela el año pasado. El viaje internacional de Guaidó fue un intento de apuntalar el apoyo mientras su movimiento antigubernamental lucha por recuperar el impulso internamente y Maduro se consolida su poder.
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CARACAS. — El presidente venezolano Nicolás Maduro afirmó este viernes que las autoridades no han detenido al líder opositor Juan Guaidó porque los tribunales no lo han ordenado, pero advirtió que ese día "llegará".
El gobernante socialista hizo el comentario en una reunión con la prensa internacional tres días después de que Guaidó regresó al país de una gira por Estados Unidos y Europa. El líder opositor salió del país desafiando una orden judicial que se lo prohíbe.
A pesar de esa orden, los funcionarios de migración permitieron que Guaidó ingresara después de aterrizar en un vuelo comercial procedente de Portugal en el principal aeropuerto internacional de Venezuela.
"El día que los tribunales de la república den el mandato de detener al señor Juan Guaidó, por todos los delitos cometido, ese día va la cárcel”, aseveró.
“Es día no ha llegado, pero llegará”, agregó.
Fue la segunda vez que Guaidó viajó fuera de Venezuela a pesar de la prohibición. En ambas ocasiones, se le permitió volver sin problemas.
Maduro afirmó, por otra parte, que busca probar ante la Corte Internacional de Justicia que Washington comete crímenes de lesa humanidad al aplicar sanciones contra Venezuela que según dijo afectan gravemente la vida de los venezolanos para forzar un cambio de gobierno.
“El día de ayer dimos ese paso. No nos quedó otra opción”, dijo Maduro. Agregó que la acción busca obligar a Washington a dejar de aplicar sanciones a Venezuela.
Maduro acusó al gobierno estadounidense de causar muerte y sufrimiento entre la población venezolana en años recientes con sanciones que “tiene perseguidas, congeladas, inutilizadas todas las cuentas internacionales que utiliza para la compra de insumos médicos, alimentos, y medicinas. Todo viola el Derecho Internacional”, subrayó.
Maduro también admitió que por las sanciones se ha visto obligado a tomar decisiones, como permitir la circulación del dólar en la economía venezolana, lo que aparentemente van en contrasentido de las ideas de su mentor y predecesor, el ahora fallecido presidente Hugo Chávez, quien desde 1999 se encaminó en hacer realidad su idea de convertir a Venezuela en un Estado socialista.
En el 2003, Chávez instauró un severo control de divisas.
Ahora casi la mitad de la población realiza compras en dólares estadounidenses, según Ecoanalítica, una firma de análisis con sede en Caracas. La dolarización ha ayudado a impulsar un renacimiento limitado de la economía del país, al tiempo que destaca las disparidades entre quienes tienen y no tienen acceso a los dólares.
Maduro flexibilizó el rígido control de divisas en mayo pasado, lo que permitió a los bancos comprar y vender dólares estadounidenses a cualquier tipo de cambio, facilitando mucho a los empresarios operar en una moneda aceptada internacionalmente.
"En Venezuela hay un gobierno en construcción del socialismo”, resaltó. Está obligado, empero, a manejar el país “una economía en situación de guerra”, agregó.
“Ante la opción, reprimo o permito, yo tomé la opción, lo permito”, indicó Maduro sobre la creciente dolarización.
“Es una opción, una elección en medio de una guerra. Y esa opción ha permitido que la economía respire”, acotó. Es la opción “correcta”, insistió.
Agregó que está "consciente de las desigualdades que surgen en este proceso, pero estamos en guerra y esas desigualdades serán superadas”.
Washington ha impuesto una serie de sanciones, entre las que se incluyen el congelamiento de los activos del gobierno de Venezuela en Estados Unidos, prohibió a los estadounidenses y empresas foráneas relacionadas hacer negocios con el gobierno de Maduro, sus familiares o aquellos que mantengan vínculos comerciales con empresas o funcionarios del gobierno.
También aplicó sanciones a la compañía petrolera venezolana, en un intento por cortarle las fuentes de financiamiento al gobierno venezolano.
La semana pasada, Trump se reunió con Guaidó en la Casa Blanca, donde presentó al líder opositor como el “verdadero y legítimo” líder de Venezuela y llamó a Maduro un “tirano”.
Guaidó, de 36 años, ha estado en una tensa lucha de poder con Maduro desde que se declaró como el legítimo presidente de Venezuela el año pasado. El viaje internacional de Guaidó fue un intento de apuntalar el apoyo mientras su movimiento antigubernamental lucha por recuperar el impulso internamente y Maduro se consolida su poder.
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