Papa Francisco llama a no dialogar con el diablo y estar preparado ante su presencia

VATICANO. - Desde la plaza de San Pedro, el Papa Francisco pidió a los fieles católicos a estar preparados en caso de tener que defenderse frente al diablo, además pidió estar atentos a la presencia del demonio pues “está interesado en nuestra condena eterna”.

Mario Bergoglio aconsejó jamás entrar en diálogo con el diablo porque “cuando se acerca el seductor” aparece “la tentación es dialogar con él, como lo hizo Eva” por lo que insistió “con el diablo nunca se dialoga, no hay dialogo posible, solamente la palabra de Dios”.

Al reflexionar sobre el pasaje del Evangelio que relata las tentaciones que vivió Jesús en el desierto, recordó que “la vida del cristiano, es estar tras las huellas del señor, una batalla contra el espíritu del mal” añadió que “Jesús se enfrentó voluntariamente a la tentación y lo venció; y al mismo tiempo nos recuerda que al diablo se le concede la posibilidad de actuar también sobre nosotros con sus tentaciones”.

Siguiendo con el tema, el argentino resaltó que “en las tentaciones, Jesús nunca diálogo con el diablo, nunca, en su vida, Jesús nunca ha dialogado con el diablo, nunca” sino que más bien “lo ahuyenta de los endemoniados” Pese a que “en el desierto parece que hay un dialogo, Jesús responde, pero no responde con sus palabras, sino con la palabra de Dios, con tres pasajes de las escrituras”.

“Debemos ser conscientes de la presencia de este enemigo astuto, interesado en nuestra condena eterna, en nuestro fracaso, y prepararnos para defendernos de él y combatirlo. La gracia de Dios nos asegura, mediante la fe, la oración y la penitencia, la victoria sobre el enemigo”, advirtió el Papa.

Antes de dirigir el rezo del Ángelus, el Papa señaló que durante la Cuaresma “estamos llamados a caminar por las sendas de Dios, renovando las promesas de nuestro bautismo: renunciar a Satanás, a todas sus obras y a todas sus seducciones” y advirtió que “el enemigo está allí, agachado, estén atentos” por lo que “nos encomendamos a la intercesión maternal de la Virgen María”.

cog