Río de Janeiro podría desechar cientos de vacunas Covid-19 luego de cortes de electricidad

RÍO DE JANEIRO. - Cortes de energía en Río de Janeiro podrían haber arruinado cientos de dosis de vacunas COVID-19, dijeron este viernes a Reuters funcionarios de salud de la ciudad, en un nuevo revés para los lentos esfuerzos de inmunización de Brasil.

Hasta 720 dosis de la vacuna CoronaVac desarrollada por la china Sinovac Biotech podrían ser desechadas después de que un corte de electricidad en el vecindario de Bonsucesso, donde se encuentra un hospital federal, las dejó almacenadas a una temperatura incorrecta.

El director del hospital ha sido destituido, según el diario oficial del gobierno, mientras funcionarios de salud municipales analizan si aún se puede usar alguna de las dosis.

"Somos conscientes de esto y es algo que nos preocupa. Estamos redactando una resolución para reforzar las reglas y protocolos", dijo a Reuters el secretario de Salud del estado de Río, Carlos Alberto Chaves.

Señaló que el gobierno estatal recibe las vacunas y las distribuye a los municipios, que son los encargados de administrar las inyecciones.

Brasil depende principalmente de CoronaVac mientras espera un envío desde China con los ingredientes activos necesarios para terminar y distribuir localmente las dosis de la vacuna de AstraZeneca.

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En tanto, el país ha recibido 2 millones de inyecciones de AstraZeneca listas para su uso hasta que lleguen los ingredientes activos, lo que no es suficiente para cubrir al 1 por ciento de los 210 millones de habitantes de Brasil.

Los críticos dicen que la lenta distribución de la vacuna es el último punto de una larga lista de errores que ha cometido Brasil, país que tiene el segundo mayor número de muertes por coronavirus a nivel mundial después de Estados Unidos.

El presidente Jair Bolsonaro, quien dice que no se inyectará ninguna vacuna COVID-19, prometió el jueves inocular rápidamente a todos los brasileños, moderando su tono después de que su apoyo cayera debido a una distribución irregular de vacunas y una brutal segunda ola de infecciones.

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