Siguen protestas por medida de control israelí en Jerusalén

Las autoridades israelíes continuaban bajo presión después de que once personas murieran durante el fin de semana en los choques por las nuevas medidas de seguridad impuestas en la Explanada de las Mezquitas de Jerusalén.

Responsables israelíes dijeron estar abiertos a modificar las medidas de seguridad decretadas en los accesos al tercer lugar santo del islam, en la Ciudad Vieja, origen de la violencia que inició tras la instalación hace una semana de los detectores de metales en las entradas de la Explanada, luego de un ataque contra policías israelíes el 14 de julio.

Cinco palestinos murieron en los enfrentamientos en Jerusalén Este, parte palestina de la ciudad anexionada por Israel en 1967, y en Cisjordania, y tres israelíes murieron acuchillados el viernes en su domicilio en una colonia israelí, cerca de Ramala. Otros dos palestinos murieron el sábado.

En Ammán, capital de Jordania, cuyo gobierno es oficialmente el custodio de la Explanada en Jerusalén, un jordano murió ayer y un israelí fue gravemente herido en un incidente dentro de la embajada de Israel, en el barrio residencial de Rabiyé, informaron las autoridades que no dieron más detalles del caso.

Los palestinos rechazan los arcos de seguridad en la Explanada y en los últimos días oran en las calles aledañas, además de considerar la medida como un movimiento de Israel para cambiar el statu quo en vigor desde hace décadas y aumentar así su control en el lugar, que consideran propio.

Las entradas de la Explanada están controladas por Israel, que lo llama Monte del Templo, el lugar más santo del judaísmo, pero está gestionada por Jordania. Los musulmanes pueden entrar a cualquier hora y los judíos solo en determinadas horas y sin poder rezar. Según el gobierno del primer ministro Benjamin Netanyahu, no hay intención de modificar estas normas tácitas. El viernes, el presidente palestino, Mahmud Abás, anunció la suspensión de contactos con Israel, en especial en materia de seguridad . “Ellos (los israelíes) serán los grandes perdedores, ya que nosotros desempeñamos un papel importante para garantizar nuestra seguridad y la suya. Si Israel desea retomar la coordinación de la seguridad, debe revocar su decisión”, advirtió el presidente palestino en Ramala, Cisjordania.

En El Cairo, el secretario general de la Liga Árabe acusó a Israel de “jugar con fuego” y denunció “el aventurismo” de su gobierno, que quiere causar una “grave crisis con el mundo árabe y musulmán”.

También el presidente turco, Recep Erdogan, dijo que “nadie podía esperar del mundo musulmán que no reaccione ante las restricciones impuestas en el Noble santuario [la Explanada de las Mezquitas], y ante las ofensas contra el honor de los musulmanes”.

Desde Roma, el papa Francisco dijo seguir “con mucha preocupación las graves tensiones”, llamando la “moderación y al diálogo”.

Hoy está prevista una reunión del Consejo de Seguridad de Naciones Unidas y el Cuarteto para Oriente Medio (Unión Europea, ONU, Estados Unidos y Rusia) para analizar la nueva crisis en Jerusalén. La Explanada de las Mezquitas está en el corazón del conflicto árabe-israelí desde hace cinco décadas y el inicio de la ocupación israelí de Jerusalén Este. En septiembre de 2000, la visita del entonces líder de la oposición Ariel Sharon fue la detonación de la Segunda Intifada, alzamiento palestino contra la ocupación israelí, que duró más de cuatro años y dejó 4 mil muertos.

En septiembre de 2015, los choques tuvieron lugar durante varios días en torno al lugar santo. Una ola de violencia, en particular ataques con cuchillo de palestinos contra israelíes, estalló justo después.

Israel y Jordania firmaron un acuerdo de paz en 1994, y mantienen relaciones diplomáticas. Las recientes medidas de seguridad aplicadas por Israel en la Ciudad Santa han reavivado, sin embargo, las tensiones entre ambos países.