Tras tiroteos, demócratas acusan a Trump de avivar divisiones raciales
Algunos demócratas acusaron al presidente Donald Trump de avivar las divisiones raciales, mientras que el mandatario insistió en que "el odio no tiene cabida" en su país."
Dos tiroteos masivos que dejaron 30 muertos en Texas y Ohio resonaron en la arena política de Estados Unidos el domingo, y algunos demócratas acusaron al presidente Donald Trump de avivar las divisiones raciales, mientras el mandatario insistió en que "el odio no tiene cabida" en su país."
Docenas también resultaron heridos el sábado y el domingo en tiroteos con sólo 13 horas de diferencia, una carnicería que conmocionó a un país que se ha acostumbrado a los tiroteos masivos y aumentó las preocupaciones sobre el terrorismo doméstico.
La primera masacre ocurrió el sábado por la mañana en la ciudad fronteriza de El Paso, donde un hombre armado con un rifle mató a 20 personas e hirió a otras 26 en un supermercado Walmart antes de rendirse. Las autoridades indicaron el domingo que están tratando el ataque como un caso de terrorismo doméstico.
El gobierno de México dijo que evalúa iniciar una demanda internacional por "terrorismo" luego que siete mexicanos perdieron la vida y al menos seis resultaron heridos en el tiroteo de El Paso.
Además, el canciller Marcelo Ebrard aseguró el domingo que México solicitará, de ser el caso, la extradición del autor de la masacre y entregará el lunes una nota diplomática al gobierno de Trump para solicitar "con toda firmeza, que fije una posición clara y contundente contra los crímenes de odio".
En declaraciones a los periodistas en el aeropuerto en Morristown, Nueva Jersey, tras pasar el fin de semana en su complejo de golf, Trump dijo: "El odio no tiene lugar en nuestro país, y nos encargaremos de eso".
En sus primeros comentarios públicos desde los tiroteos, el mandatario indicó que había hablado con el FBI, con el fiscal general y con miembros del Congreso sobre lo que se puede hacer para evitar dicha violencia. No dio detalles, excepto para decir que haría una declaración en Washington el lunes por la mañana.
El republicano no abordó las acusaciones sobre su lenguaje antiinmigrante, aunque previamente calificó el tiroteo de El Paso como un "acto de odio" y "un acto de cobardía", en publicaciones en Twitter.
"Es también un problema de enfermedad mental, si se miran ambos casos. Realmente son personas que tienen enfermedades mentales muy, muy graves", dijo Trump a los periodistas.
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