Turista británica se 'encogió' 10 centímetros tras accidente en parque acuático

INGLATERRA.- Una turista británica de 25 años pasó de tener unas divertidas vacaciones en un parque acuático a sufrir su "peor pesadilla". Jennifer Proctor se encogió 10 centímetros tras romperse varias vértebras tras lanzarse por un tobogán en Aqualand El Arenal, en la isla de Mallorca.

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La chica sufrió varias fracturas vertebrales tras el accidente y fue operada en dos ocasiones en la isla, donde le fusionaron dos vértebras para unir su columna rota y le insertaron varillas y clavos.

Como consecuencia, perdió 10 centímetros de estatura. Tuvo que permanecer hospitalizada en Mallorca durante seis semanas. 

Jennifer Proctor asegura que nadie le explicó cómo tenía que tirarse por la atracción, por lo que se lanzó al vacío sin saber cuál era la forma correcta de colocarse sobre la tabla. Cuenta que sintió el momento en que se rompía su columna vertebral. 

"Supe en seguida que algo iba muy mal. Grité a Jodie (su pareja) que no podía nadar", dijo a medios locales.

Tras las cirugías, la joven sufrió durante medio año una "infección muy grave" y cuenta que aún siente "mucho dolor"; aunque ya puede caminar, será operada por tercera vez a finales de año en su país.

"Los últimos 10 meses han sido horribles. Pensé que pasaría las mejores vacaciones de mi vida, pero se convirtieron en una pesadilla", dijo.

JM

Mallorca. Una turista británica de 25 años pasó de tener unas divertidas vacaciones en un parque acuático a sufrir su "peor pesadilla". Jennifer Proctor se encogió 10 centímetros tras romperse varias vértebras tras lanzarse por un tobogán en Aqualand El Arenal, en la isla de Mallorca.

La chica sufrió varias fracturas vertebrales tras el accidente y fue operada en dos ocasiones en la isla, donde le fusionaron dos vértebras para unir su columna rota y le insertaron varillas y clavos.

Como consecuencia, perdió 10 centímetros de estatura. Tuvo que permanecer hospitalizada en Mallorca durante seis semanas. 

Jennifer Proctor asegura que nadie le explicó cómo tenía que tirarse por la atracción, por lo que se lanzó al vacío sin saber cuál era la forma correcta de colocarse sobre la tabla. Cuenta que sintió el momento en que se rompía su columna vertebral. 

"Supe en seguida que algo iba muy mal. Grité a Jodie (su pareja) que no podía nadar", dijo a medios locales.

Tras las cirugías, la joven sufrió durante medio año una "infección muy grave" y cuenta que aún siente "mucho dolor"; aunque ya puede caminar, será operada por tercera vez a finales de año en su país.

"Los últimos 10 meses han sido horribles. Pensé que pasaría las mejores vacaciones de mi vida, pero se convirtieron en una pesadilla", dijo.