Al día, 45 personas acuden al SEMEFO en busca de sus familiares desaparecidos
De acuerdo con la dependencia, en meses anteriores, el promedio de allegados que solicitaban informes eran 15. Hoy son 30 más. Ir al Servicio Médico Forense representa una esperanza
Se dispara el número de personas que acuden al Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) en busca de información sobre familiares desaparecidos, luego del hallazgo de fosas clandestinas como el de las 119 bolsas con restos humanos.
En Jalisco, a diario acuden hasta 45 personas para conocer los nuevos ingresos de cadáveres y saber si alguno de ellos, podría corresponder a su ser querido.
De acuerdo con la dependencia, en meses anteriores a este caso, el promedio de personas que solicitaban informes eran 15. Hoy son 30 más.
Y aunque no es el mejor lugar para encontrar a un familiar desaparecido, llegar al Servicio Médico Forense (Semefo) representa una esperanza.
“Es que también uno dice, pues ya como sea, pero encontrarlo”, dice Floribella Figueroa Ángel, quien desde el pasado 11 de junio busca a su hijo Jerónimo Madrigal Figueroa.
Jerónimo Madrigal Figueroa, tenía 27 años y desapareció cuando se dirigía a trabajar. Vivía sobre la calle San Miguel en la colonia Las Juntas, municipio de San Pedro Tlaquepaque. El hombre dejó a dos hijos, uno de tan solo 9 meses de edad.
“Yo lo vi por última vez el día 10 en su casa. Él iba a trabajar, y ya no regreso a la casa. Era ayudante de albañil. Se me hace raro lo que pasó, porque no tenía problemas con nadie. Nunca se retiraba de la casa”, confió.
Acompañada de su hija, acudió al Instituto con denuncia y fotografía de su hijo que tiene el mismo color de ojos que ella.
Jerónimo tiene dos tatuajes. “En la espalda lleva su apellido: Madrigal, y en la mano tenía una calavera azteca”, dijo.
La señora comentó que antes de las últimas fosas, asistía cada ocho días, principalmente sábados o domingos, pero no hay nada. Parece que la tierra se lo tragó.
Aquí en el Servicio Médico Forense, “nos tratan bien, pero no hay nada que los lleve a encontrarlo. Yo siempre les digo: si hay alguna información que me avisen, dejé los números de teléfono, de mis hijos y el mío. Alguna información, las que sea nos sirve de mucho”.
Pero al igual que la señora Floribella, a las afueras del Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses, también hay solidaridad. Una pareja llevó a su vecina en Tlajomulco de Zúñiga para que observará los cuerpos desenterrados.
“Venimos hacerle el favor, ella busca a su hijo desde hace dos meses. -¿Lo halló?- Apenas está adentro. Ya había venido, pero nada”, narró el hombre que estaba sentado en una de las jardineras.
En el otro extremo, dos mujeres jóvenes salían de la dependencia, y antes de abordar una motocicleta que dejaron ahí en el área de estacionamiento, confiaron en que ninguno de los diez cuerpos hallados en la fosa del fraccionamiento Chulavista, correspondía “al de mi hermano”, decían.
El hallazgo ocurrió el 31 de agosto al interior de la finca número 281 de la calle Cerro Hueco, entre Cerro José Martí y Cerro La Turbosina.
La dependencia reveló que de este total de cadáveres (9 hombres y una mujer) ninguno ha sido identificado.
Por lo pronto, hasta ayer, suman 44 víctimas en lo que corresponde a la fosa clandestina descubierta el pasado 3 de septiembre en un predio del poblado de La Primavera, en Zapopan.
El Instituto Jalisciense de Ciencias Forenses (IJCF) informó que los médicos y antropólogos forenses han realizado peritajes a 13 cuerpos completos, pero ninguno ha sido identificado o reclamado.
La dependencia informó que “existen diversas secciones anatómicas no relacionadas a las que se les practicarán exámenes genéticos”.
Durante las pruebas realizadas, dejaron claro que las cabezas y torsos contabilizados no coinciden entre sí. Además, la cifra de víctimas se podría ajustar al alza o baja, según explicó el Instituto.
A 12 días del hallazgo, aún se desconoce sexo, causa y evolución cadavérica de las personas que fueron asesinadas y mutiladas.
En lo que va del año, en el Área Metropolitana de Guadalajara (AMG) han localizado 15 casas de seguridad en su mayoría en los municipios de Tlajomulco de Zúñiga y Zapopan, aunque también quedaron descubiertas en Guadalajara, Tonalá y El Salto. En esas viviendas asesinaron a 114 personas.
A decir de Francisco Jiménez Reynoso, experto en materia de seguridad de la Universidad de Guadalajara, esas casas son multiusos, porque en primer lugar llevan a las personas que levantan en la calle y los resguardan ahí. Luego, viene la tortura para obtener información. Tercer paso es el homicidio que cada vez son más crueles y violentos, y que pueden llegar a los descuartizamientos; y por último, lo utilizan como un panteón clandestino, luego se van, y dejan esos domicilios.
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