Dictan más de 42 años de prisión para asesino de Daisy Viridiana

Torreón. Con 42 años y seis meses de prisión, este viernes se dictó sentencia en contra de Edgar Omar Piña Hernández, compañero sentimental de Daisy Viridiana Martínez Soto, acusado del delito de feminicidio calificado.

Tras una semana en que se desarrollaron audiencias en el Centro de Justicia Penal anexo al Centro de Readaptación Social, donde se presentaron 25 testigos y se desahogaron pruebas periciales, esta tarde se dictó sentencia sobre el homicidio cometido en el año 2016. La madre de la víctima, Cristela Soto, informó a Milenio que agradece a las autoridades el que por fin se realice un acto de justicia esperado durante cinco años.

“Agradezco a los jueces, al licenciado Francisco Rivera que nos ha escuchado y atendido y es muy grato compartir que en el caso de mi hija se ha dictado sentencia condenatoria por 42 años y seis meses. Aquí estamos y vamos a continuar en la defensa de otras víctimas, no vamos a retroceder hasta que salgan todos estos feminicidios, que se les den (a los agresores) penas máximas y que, a nuestros nietos, a nuestros hijos, porque ahora ya son nuestros hijos, que no nos sigan pisoteando los derechos de nuestros niños ni de nuestras hijas tampoco”.

Por su parte, la activista Adriana Romo dijo que, en esta etapa del proceso, las acciones fueron claras y fluidas, pero no se debe perder de vista que para llegar hasta la sentencia debieron pasar cinco años que fueron de mantener una lucha para llegar a la aplicación de la justicia.

“Esta semana es el epílogo, es el corolario de muchos años atrás porque llegar a esto, a esta familia le costó cinco años, es decir, no hay que perder de vista que, si bien esta última etapa fue favorable y fue sin contratiempos, no significa que así haya sido todos los años anteriores; esto es la conclusión, pero es una conclusión detrás de una muy larga historia y hay que luchar porque el acceso a la justicia sea menos tortuoso y dilatorio”.

En cuanto a la lectura que debe realizar la sociedad en torno al caso, que finca un precedente en cuanto al manejo del delito de feminicidio, Adriana Romo refirió que no se debe perder de vista que las personas más afectadas son las que integran la familia de la víctima, en este caso de Daisy Viridiana, pero el delito representa la máxima expresión de las violencias hacia las mujeres.

“Si bien la penalidad y la sanción es digamos máxima, no olvidemos todo lo que hay detrás y antes de un feminicidio hay múltiples episodios de violencias que muchas veces pasan desapercibidas, tanto por la sociedad como las instituciones. En estos casos nadie gana porque es un delito que ocasiona ruptura en las familias, que trunca la vida de dos personas, afecta a los hijos e hijas y a la familia nuclear tanto de la víctima como de quien es responsable.