Luis lleva 11 años dedicando su vida a caminar entre lápidas y cadáveres
Pese a lo que los curiosos pudiesen pensar de su labor, este relata que es un sitio tranquilo y fuera de riesgos.
Durango, Dgo. Luis Felipe Alba, es un duranguense que durante once años ha dedicado su vida a caminar entre mausoleos, lápidas, crucifijos y cadáveres. Su oficio como sepulturero y vigilante del Panteón de Oriente le ha permitido recorrer los cientos de pasajes del campo santo más antiguo de la capital; sin embargo, pese a lo que los curiosos pudiesen pensar de su labor, este relata que es un sitio tranquilo y fuera de riesgos.
Con 11 años de experiencia, el señor Felipe Alba continúa caminando entre tumbas y velando el descanso de los muertos en el Panteón de Oriente.
Uno los aspectos que el señor Alba siempre procura cuidar al momento de efectuar su labor, es la excavación a pala y pico, para poder insertar un ataúd a la fosa, ya que, con el paso de los años, las modificaciones a los féretros han incrementado sus dimensiones, y cualquier daño a la estructura, por mínimo que sea, pudiese afectar su trabajo o generar una molestia inimaginable para los familiares del difunto.
Infundios como pasos en la oscuridad, risas de menores o murmullos a media noche, solo han formado parte de la jerga de rumores que envuelven a este enigmático lugar, sin embargo, según el testimonio de Luis, los peligros que pudiesen atentar contra su persona no ocurren dentro del cementerio sino a las afueras del mismo.
A lo largo de su experiencia, no todo ha sido quietud o tranquilidad, ya que han existido ocasiones donde los arreglos fúnebres de las lapidas o tumbas son robados y la responsabilidad o culpabilidad ha caído sobre su persona; además de los malos tratos que algunos deudos arremeten al momento de ejercer su oficio.
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