Desde la niña caníbal de Tacubaya a los espectros de Atlalilco; éstas son las leyendas urbanas del Metro

CIUDAD DE MÉXICO.- Próxima estación... historias de terror del Metro. ¡Bienvenido, estas a punto de adentrarte a tener pesadillas! Sí, sí es una advertencia, pues quizá, después de esto lo pensarás dos veces para subir solo al Metro, y peor aún, a altas horas de la noche. En el marco del 52 aniversario del Metro de la Ciudad de México, te contaremos las leyendas e historias paranormales más populares de este transporte. 

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Con más de 50 años de brindar servicio, el Sistema de Transporte Colectivo (STC) Metro no sólo es el transporte más eficiente de la Ciudad de México, sino es uno de los lugares en el que los usuarios han vivido situaciones de todo tipo, adentrados en las profundidades de la capital del país, para trasladarse a su destino. 

Ponte cómodo y disfruta el viaje.  

El vampiro del Metro 

La leyenda cuenta que un hombre se quedó dormido en el último tren de la Línea 7, con dirección a Barranca del Muerto. El hombre despertó en completa oscuridad y prendió un encendedor para alumbrar. Ahí descubrió que dos hombres se peleaban, uno era un vagabundo y otro, era un hombre alto y delgado, de piel blanca y uñas afiladas, como garras.  

La leyenda cuenta que el hombre fue testigo del momento en que el sujeto más alto mordió el cuello del vagabundo, y aprovechó ese instante para escapar. 

La rata del Metro Merced 

Esta es una de las leyendas más populares sobre el Metro de la Ciudad de México. Las personas cuentan que en las vías de la estación Merced de la Línea 1 vive una rata gigante, casi del tamaño de un perro de talla grande, la cual han visto merodeando por las vías.  

Algunas personas señalan que los comerciantes de la Merced cuidan de ella para que mantenga a raya a otras plagas. Incluso hay quienes dicen que se trata de un hombre rata.  

La niña caníbal de la estación Tacubaya 

Otra de las leyendas populares del Metro es la de la niña caníbal, se trata de Rosarito Sánchez Sierra, una niña de ocho años de edad, que en los años 70´s viajaba con su madre y se perdió dentro de la Línea 1. 

De acuerdo con la leyenda, la madre la buscó por un largo tiempo, pero debido a la gran afluencia de personas que había en el momento, la niña nunca apareció.  

Se dice que la niña vivía con las ratas dentro del túnel y aprendió a comer y a comportarse como ellas.  

Algunas personas contaban que en las vías de la estación se hallaron cuerpos mutilados de indigentes, los cuales asociaban con Rosarito.  

Cabe destacar que el origen de esta historia es una crónica publicada en una revista de la época; sin embargo, el relato se volvió popular y las personas lo adoptaron como algo real e incluso aseguraban que llegaron a ver el fantasma de la pequeña Rosarito en la estación Tacubaya. 

El empleado fantasma de la estación Pino Suárez 

Una de las historias más contadas por el personal del Metro es la de un hombre que se aparece en las vías de la estación Pino Suárez.  

La leyenda dice que el hombre murió arrollado por un tren descompuesto mientras se encontraba realizando su trabajo en las vías.  

Quienes lo han visto señalan que el hombre porta su uniforme y aparentemente realiza trabajos en las vías, sin embargo, al preguntar por él a sus superiores, les indican que era un trabajador que falleció años atrás.  

El personal del Metro cuenta que el hombre aparece a la misma hora en el lugar donde murió.  

Los espectros en los transbordos 

Realizar los transbordos del Metro suele ser un calvario para los usuarios, sobre todo si hay que recorrer un largo trecho, como los de las estaciones Ermita, Pantitlán, La Raza y Atlalilco.  

Pero, todo suele complicarse si esto se hace por la noche y peor aún, si no hay muchas personas en los pasillos.  

Usuarios del STC cuentan que les aterroriza hacer estos recorridos después de las 22:00 horas, pues dicen que sienten que alguien los observa o los sigue. Hay quienes dicen que han llegado a ver siluetas extrañas por los pasillos.  

Los niños perdidos del Metro 

Usuarios cuentan que en estaciones como 18 de marzo, Camarones o Barranca del Muerto han escuchado lamentos de niños a altas horas de la noche.  

Algunos señalan que en la estación Pantitlán han visto a un niño rondando por los pasillos a altas horas de la noche, pero al acercarse a él y preguntarle si se encuentra bien, éste sale corriendo y desaparece.  

¿Conoces alguna otra historia? ¿Has tenido alguna experiencia paranormal dentro del Metro?  

ZNR