¿Rusia, Ucrania? Para qué tan lejos, aquí tenemos Culiacán

No entiendo bien a bien por qué los latinoamericanos nos escandalizamos ante una eventual guerra, contenida, aunque latente en la Franja de Gaza y en Europa oriental, frontera con Asia entre Rusia y Ucrania, si la guerra la vivimos en nuestro país.

Qué le parece el Gobernador Rubén Rocha Moya, inmiscuido en la detención de un capo del narcotráfico -situación que por supuesto no ha sido del todo aclarada- la constante oleada de destrucción en Culiacán producida por los enfrentamientos entre cárteles del crimen organizado y a últimas fechas, informando que hay familias de la sindicatura de Tepuche que están dejando sus viviendas ante la amenaza de los delincuentes. Tepuche se localiza al norte de la municipalidad de Culiacán, tiene un padrón de tres mil 565 personas y es una de las comunidades más pobladas de la capital de Sinaloa junto con Agua Caliente de los Monzón y Palos Blancos, colindantes al norte con el municipio de Badiraguato Presa Adolfo López Mateos y el estado de Durango, justo una de las zonas más afectadas por la disputa territorial entre bandas del narcotráfico.

Resulta que el Gobernador Rocha Moya reconoció que ya hay desplazamiento de personas pertenecientes a otras comunidades como San Cayetano e Imala donde los horrores de la guerra han dejado severos estragos, pero además -imagínese usted- a pregunta expresa sobre si las familia habrían sido amenazadas o por decisión propia abandonaron sus casas, el Gobernador contestó que "han sido invitadas por el propio Ejército a irse de sus comunidades ante los constantes enfrentamientos de la autoridad y los grupos civiles armados".

El Ejército de México y el Gobierno de Sinaloa invitando a los habitantes de esas ya de por sí castigadas comunidades en materia de desigualdad social, a irse de sus casas porque simple y sencillamente no pueden garantizar la seguridad de la población y esto pasa aquí, en México, no tenemos que viajar miles de kilómetros para asombrarnos por las imágenes de la guerra, esas mismas, las podemos ver aquí, en nuestro país eclipsado por la partidocracia, por las disputas centralistas de la política mexicana, por la designación de figuras a modo en órganos de poder, por la eventual creación de nuevas fuerzas partidistas y líderes enquistados en las ya mínimamente existentes.

Vuelvo a poner sobre la mesa: Pobre Sinaloa, pobre Culiacán y pobre Mazatlán, pero todavía lamento más por los habitantes de lugares como Tepuche, San Cayetano e Imala, donde el miedo y la huida se acompañan de la pobreza.

angel.carrillo@multimedios.com