Una medalla de todos

Hace casi una década empecé mi trabajo como activista en pro de la calidad del aire, primero entendiendo lo que contamina el Área Metropolitana de Monterrey y de dónde viene esa nata oscura que nubla nuestro cielo.

Esperaba que con solo apuntar a un factor se solucionaría el problema.

Resulta que no: es un problema complejísimo, porque vivimos en un valle rodeado de montañas que atrapan la contaminación, porque nuestra tierra y clima son áridos y secos, y eso levanta mucho polvo.

Agréguenle que padecemos la peor calidad de gasolina, un sistema de transporte público colapsado y una industria altamente productiva, pero que no necesariamente cumple con todos los lineamientos ambientales.

En fin, pudiéramos seguir así haciendo diagnósticos, buscando que de manera voluntaria seamos más conscientes con el medio ambiente, sintiendo una justa indignación porque mientras al ciudadano de a pie se le pide cada vez más, hay industrias y pedreras que siguen contaminando.

La iniciativa privada pudiera decir también que pagan el impuesto verde al Gobierno de Nuevo León, que invierten en medidas por miedo a que sus plantas sean clausuradas, mientras que la refinería de Pemex en Cadereyta... sigue contaminando a sus anchas.

Ante este panorama decidí solicitar a la Cámara de Diputados autorización para iniciar una consulta popular para reubicar a la refinería, visto bueno que ayer me otorgaron.

Y para que esa consulta camine, los nuevoleoneses debemos unirnos, más allá de colores, partidos y aspiraciones políticas.

Si logramos reunir las 90 mil firmas para enviarlas al INE, todos seremos padres y madres de la consulta popular, porque se trata de defender la salud.

Como parte de nuestra identidad regia somos chambeadores, echados pa’ delante, luchones, me atrevo a decir que lo traemos en nuestro ADN.

Por eso, si vives en Nuevo León, estás preocupado o preocupada por el aire que respiras, que respiran tus seres queridos, por favor haz tuya la consulta, súmate como voluntaria y voluntario.

Recolectemos firmas juntos: el aire es lo más democrático que hay, no respeta fronteras, le da lo mismo tu ideología, tus preferencias, tu edad, si eres Tigre o Rayado (arriba los Tigres), el impacto en tu salud es el mismo.

Hagamos este proceso juntos, democráticamente, demostrando que como mexicanos podemos trabajar unidos para colgarnos juntos una anhelada medalla.