También hay “corcholatas” en Torreón

ESTÁN DE MODA LUEGO DE QUE AMLO LAS MENCIONARA.- En estos momentos las “corcholatas” de Andrés Manuel López Obrador están de moda, se adelantaron a los tiempos y ya hace mucho tiempo atrás que prácticamente están haciendo campaña. Lo mismo Claudia Sheinbaum que Adán Augusto López, o bien Marcelo Ebrard y sin olvidar a Ricardo Monreal, quienes hasta aparecen en encuestas sobre las preferencias de los militantes de Morena. 

Eso mismo está sucediendo en Torreón, en donde ya hay varios que aspiran a ocupar la silla de la presidencia municipal, por lo que se dice que han empezado a hacer su luchita. 

Entre los que no pierden el tiempo se encuentra Xavier Herrera, de quien se dice es el brazo fuerte del gobernador Miguel Riquelme y además, es conocido en Torreón por haber estado al frente del Simas. Este funcionario estatal no pierde el tiempo, por lo que en cada visita que hace al municipio, los que saben dicen que se ha dedicado a recorrer colonias para posicionarse. 

Pero Xavier Herrera sabe que no la tendrá nada fácil, ya que su partido el PRI, también tiene otras cartas y dicen que el que quiere estar en la contienda por la alcaldía es el diputado local Hugo Dávila, quien primero buscará reelegirse para el próximo periodo en el Congreso del Estado. 

Pero no solamente hay “corcholatas priístas”, también se comenta que los de Morena andan queriendo arrebatarle al tricolor la alcaldía, por lo que quieren lanzar a Shamir Fernández, expriísta y que ahora porta los colores del partido en el poder. 

Además, en el PAN no se quedan atrás y se comenta que el que trae una espina clavada es Marcelo Torres Cofiño, quien buscaría ir por la revancha, claro, si no se les adelante el mismo Guillermo Anaya. Que la “corcholata sorpresa” puede ser el ahora bocabajeado Luis Fernando Salazar, quien sueña con ser presidente municipal de Torreón. 

Hace algunos años todos respetaban a medias las reglas del juego, pero ahora pareciera que el que no se adelanta, simplemente no sale en la foto y al final, se queda sin aparecer en las boletas electorales.

Walter.juarez@milenio.com